jueves, 28 de abril de 2011

Parashá Kedoshim (Santos) 26 Nisan 5771 - 30 Abril 2011


"Santos seran porque Santo soy yo"


En la torah, todo lo que aparece tiene una conexión y una relación.

Hashem nos ordena en nuestra parasha a ser santos, en hebreo "kedoshim", peor cual es el significado de este mandamiento y como se debe cumplir?

Nuestros sabios explican que la palabra kedusha no solo significa santo si no también significa separación. Esto quiere decir que para adquirir santidad (kedusha) debemos separarnos (kedoshim) de todo aquello que nos aleje de la torah, como por ejemplo las cosas físicas o el popularmente llamado placer físico.

Existen varios niveles de kedusha, cada uno nos hace acercarnos mas a Hashem, para llegar el punto de cumplirla conexión con la kedusha se requieres de dos puntos importantes:

1. Nosotros cumplimos con esta mitzva todo el tiempo que no tengamos contacto con áreas que no tengan el camino de la torah, osea, en particular el pecado de inmoralidad. La inmoralidad tanto en los hechos como en el pensamiento en si, crea tumá (impureza), tanto en el corazón de la persona como en el mundo entero. Hashem nos dice "Si deseas unirte a mi, busca ser similar a mi"(midrash kedoshin). Esto quiere decir que debemos seguir el ejemplo de Hashem quien es el mas Kadosh entre todo lo existente, la kedusha y el explendor de Hashem no se puede comparar, ni siquiera podemos llegar a una similitud tan alta, pero cuando Hashem nos dice "Busca ser similar a mi" se refiere a dejar la fisicalidad de este mundo atrás para concentrarnos en nuestra espiritualidad y asi conectarnos con Hashem en nuestro punto máximo. Nuestra kedusha y potencial es tan grande que podemos llegar a ser incluso aun mas grandes que los mismos ángeles , ya que los ángeles fueron creados sin libre albedrío y solo tienen un camino que es el de seguir Hashem y cumplir su voluntad, pero nosotros los judíos que fuimos creados con yetzer hará (mal instinto) tenemos libre albedrio para escoger nuestro camino, y cuando escogemos el camino de la torah y las mitzvot y nos esforzamos por cumplirlo es para Hashem mucho más merito que el de los angeles ya que nosotros por nuestra cuenta estamos tomando este camino y eso al mismo tiempo es una separación "kedusha" de lo material y asi estamos cumpliendo con esta mitzva dada en nuestra parasha.

Hashem sabe muy bien que para nosotros los humanos, el despegarnos de las cosas materiales es un camino muy difícil, pero precisamente el que sea difícil nos hace apegarnos mas a Hashem, nuestros sabios instituyeron en la halaja que una persona tiene que andar con sus prendas limpias, proveer a su hogar un confort deacuerdo a sus medios e incluso no llevar ninguna prenda rota, pero estas leyes solo son dadas para cumplir el nivel de comodidad básico que necesita una persona, cuando uno llena su vida de lujos materiales innecesarios, al mismo tiempo vaciamos nuestra espiritualidad, ya que estamos cumpliendo solo con el deseo del cuerpo o sea el físico y esto lleva a descuidar el espiritual.

2. Cuando una persona lucha contra su yetzer hara y gana en sus malos impulsos, recibe de acuerdo a su esfuerzo. santidad "kedusha", esta kedusha que puede recibir es tan grande que no solo se puede llenar a el sino también al mundo entero, ya que kabalisticamente esta escrito que este mundo y el cielo son como el cuerpo humano, este mundo es nuestro cuerpo y el cielo es la cabeza, pero este está unido por el cuello, que era el Bet Hamikdash ya que el Bet Hamikdash unia a este mundo con el cielo. Después de su destrucción surgió la pregunta ¿ahora como se mantendrán estos mundos unidos? La respuesta está en que cada judío es parte del cuello que une los mundos, así bien cada ves que un judío vence su yetzer hara y hace la voluntad de Hashem esta ayudando en el cuello que sostiene unidos a los dos mundos.

El mesilat yesharim defina la kedusha como dos pasos, el primero es el esfuerzo por la separación de lo físico definido como el autocontrol. La segunda consiste en el regalo celestial osea la santidad, Hashem asegura a esa persona ser asistido por el cielo mismo y obtener la máxima santidad para llegar al máximo apego con Hashem.


Cuando nosotros luchamos por acercarnos a Hashem, Hashem también se apega a nosotros esto lo aprendemos de la parasha de Noaj. Noaj significa comodidad y explica Rashi que significa que la Shejina reposaba en Noaj. Asi bien si llegamos a ese apego, nuestras neshamot se elevaran y podrán llegar a un punto de espiritualidad donde solo estará Hashem y nuestras neshamot.

Honrra a los padres

La torah nos afirma (vaikra 19:13) "Un hombre debe respetar a su madre y a su padre", por otro lado se nos afirma en los diez mandamientos "Honra a tu padre y a tu madre". De aquí surgen dos preguntas la primera es: cual es la diferencia entre respeto y honrar?. Y la segunda es: por que primero mencionó aquí a la madre mientras en los diez mandamientos mencionó primero al padre?

El respeto significa que un hijo no puede contradecir las palabras de sus padres así sea para corraborarlas, no pueden sentarse en el lugar de ellos, incluso si jas veshalom llegaran a avergonzarlos en publico, debemos quedarnos en silencio pensando en que estamos cumpliendo con los preceptos de Hashem, si el padre llegara a maltratar físicamente a los hijos ellos pueden ir al Bet Din y ellos exhortaran a los padres .


Por honor se entiende que un hijo debe observar que sus padres estén abastecidos con comida, bebida y vestimenta, debe ver por su salud y satisfacer las necesidades de ellos.


Ahora la Torá nos habla primero de la madre aunque en realidad debemos respetar y honrar a los dos por igual, pero si el padre o la madre quieren darle un mensaje de vida a el hijo, este deberá atender primero a las palabras de su padre, debido a que la esposa también tiene que respetar y honrar al esposo, sin embargo es natural que los hijos sientan menos miedo hacia la madre que hacia el padre y por lo tanto pueden llegar a honrarla o respetarla menos, por eso la Torá enfatiza primero a la madre en nuestra parashá, por otro lado la tendencia de los hijos es que tengan mas estimación por la madre, Rashi explica que es debido a que la madre habla con palabras dulces y suaves hacia los hijos mientras el padre habla mas fuerte y seco, por consiguiente la Torá consideró necesario colocar al padre en primer lugar cuando se nos entregaron los mandamientos.

A pesar que en nuestra amada Torá esta escrito "Un hombre debe temer" la mitzvá se aplica tanto para el hombre como para la mujer, no obstante si una mujer se casa está obligada a honrar primero a su marido y luego a sus padres, por consiguiente la Torá empleó el termino "Un hombre" para enseñarnos que los dos hijos tanto hombre como mujer están obligados a honrarlos y respetarlos, pero el hombre debe hacerlo para siempre, una mujer después del matrimonio esta sujeta primero a su esposo.


Cuando la Torá nos trae honrar a los padres, no lo trae junto al precepto de respetar shabat, este final nos enseñaa que el hijo y/o hija deben ser independientes a los deseos de sus padres, si lo obligan a una prohibición como el transgredir el shabat, jash veshalom; por eso termina el pasuk diciendo "Yo soy tu DI-S" para enseñarnos que la honra es primero hacia Hashem que a nuestros padres.

Prohibicion Respecto al Dinero:No Robar.

La torah nos prohíbe robar hurtar o tomar de los bienes del prójimo (vaikra 19:11)


El tema de "No Robar" no solo significa robar dinero o bienes de la persona, también el tiempo de esta se considera robo, como pero ejemplo cuando una persona llega a su trabajo tarde 5 minutos o aunque sea solo 1 minuto tarde y cobra ese minuto, esto se considera robar el tiempo o también evitar que una persona estudie Torá molestándola o desconcentrándola también es robo de tiempo, pero también el robo existe cuando una persona, jas veshalom, secuestra a otra, esto es robo de libertad.

Asi mismo en la Torá santa se considera a un ladron quien agarra menos de una pruta (valor minimo de dinero antiguo), asi mismo tomar por broma o con la intención de devolverlo después, siempre y cuando lo agarró sin permiso del, dueño claro esta.


En los tiempos del Bet Hadin, había dos tipos de ladrones uno llamado ganab y el otro gazlan (véase guemara baba kama capitulo 7) el ganab era el que robaba en las noches y el gazlan a plena luz del dia, ahora cuando habían dos testigos que decían que una persona era un ganab, le hacían pagar el doble de lo que robo si es que no tiene ya el objeto en su poder, este din se llama "tefei kefel", peor si lo acusaban de gazlan entonces el Bet Hadin no le hacían pagar el doble si no que le hacían pagar el valor de lo que tomó y recibia makot ( golpes, latigazos).

Ahora Hashem con su Santa Misericordia siempre puso un punto para que la persona recapacite, si una persona ya sea ganab o gazlan robó pero se arrepintió y el mismo confesó entonces no tendrá que pagar el doble si es ganab o el valor de loq eu robo si es gazlan, está escrito que se le debe ayudar a esta persona y su pecado es borrado porque hizo teshuva de sus actos, como dijimos al principio cumplio la mitzva de "kedusha" al separarse de su yetzer y confesar.

Hasta nuestros patriarcas nos ensenaron sobre el precepto de no robar, Abraham Abinu le ponía bozal a todos sus animales para evitar pastar encampos ajenos, Yaakob Abinu desde los veinte años que estuvo con Lavan, no tomó ni la mas mínima pertenencia de el , sus últimas palabras hacia Lavan fueron "haz buscado en mis vasijas y acaso has encontrado algo de tus utensilios?" (Bereshit 31:37). Normalmente un yerno toma algo de su suegro despues de vivir con el veinte años, objetos como un cuchillo o inclusive una aguja. No obstante Yaakob Abinu no tomo nada de lo que no le correspondio


Todo se define en el amor al prójimo en la ayuda ya que una persona no puede subir por si sola aislada de los demás al placer de Hashem, por eso Hashem nos dio el precepto de amar a nuestro prójimo porque al mismo tiempo que lo ayudamos nos estaremos elevando nosotros mismos y lo estaremos ayudando a elevarse también. La manera de conectar estas tres partes con la parasha son por medio del precepto de "veahabta reeja kamoja" (ama a tu prójimo como a ti mismo) cuando una persona ayuda a otra en el camino de la Torá no solo esta recibiendo en si la kedusha (santidad) si no también esta separándose de su placer físico personal para ayudar a su prójimo.

El judaísmo precisamente nos enseña que debemos transmitir nuestros conocimientos a los demás con humildad y buenos deseos sin esperar recibir nada a cambio, solo la absoluta convicción de estar cumpliendo el camino de Hashem y asi empezar cada uno de nosotros a separarnos "Kedushim" de nuestro mal impulso y ayudar a nuestro prójimo para traer pronto la Geulá para todo el Pueblo de Israel. Amen.


Bajur David Moshe Shallem Lichtenstein

miércoles, 27 de abril de 2011

¿Por qué contamos el Omer?


A partir de la segunda noche de Pesaj hasta el día anterior a la fiesta de Shavuot, el pueblo judío comienza una Mitzvá única llamada sefirat ha'omer (cuenta del omer).La Tora nos ordena contar cada año siete semanas completando un total de 49 días. Al final de este período,celebramos Shavuot, que significa “semanas.”

Esto es considerado una Mitzvá, por eso la Cuenta del Omer, que recitamos cada noche, es precedida por una bendición. Sin embargo, podemos recitar la bendición, solo si no hemos faltado a la cuenta. Si hemos olvidado de contar el Omer, aunque sea una noche, no podemos recitar más la bendición, sino debemos escuchar la bendición de otra persona que si haya mantenido la cuenta completa y después hacemos nuestra cuenta.

Durante los tiempos del Santo Templo de Jerusalem, después de contar el Omer, era traída una ofrenda especial de grano. Esta ofrenda que se traía, era agitada en diversas direcciones, similarmente a cómo se agita el lulav durante la fiesta de Sucot, para demostrar que la presencia del Todopoderoso lo abarca todo.

¿Por qué contamos actualmente? Existen varias razones. La primera es, que la cuenta manifiesta nuestra emoción frente a la inminente entrega de la Torá, celebrada en Shavuot. De la misma forma que un niño cuenta a menudo los días hasta el termino de las clases, o por las próximas vacaciones de la familia, así también nosotros contamos los días para demostrar nuestro entusiasmo en recibir nuevamente la Torá (que de hecho, recibimos la Torá en un sentido renovado cada año).

También sabemos que este período es apropiado para prepararse y refinarse espiritualmente. Cuando el Pueblo judío estaba en Egipto hace casi 3.400 años, se habían asimilado a muchas de las inmorales costumbres de los egipcios. Los judíos se habían hundido en un nivel sin precedente de decadencia espiritual y estaban al borde de la destrucción. En el último momento posible, los hijos de Israel fueron redimidos milagrosamente. Experimentaron un renacimiento espiritual y ascendieron rápidamente a un estado colectivo de santidad nunca antes alcanzado. Eran tan santos, de hecho, que cuando estaban parados al pie del Monte Sinai para recibir el Torá, fueron comparados a los ángeles.

Fue durante ese período de 49 días que experimentaron esta transformación tan radical. ¡De los niveles mas despreciables, a las alturas más excelsas en apenas siete semanas!

Los mandamientos de la Torá no son simplemente una parte de nuestra historia, sino que por el contrario representan una lección de vida para cada judío. Vemos la Torá como si fuese entregada cada día nuevamente y nos ocupamos de ella y de sus mandamientos con un vigor renovado.

También debemos aplicar a nuestra vida cotidiana esta lección de la cuenta de omer. Es específicamente durante este periodo que debemos esforzarnos para crecer y madurar en nuestro estado espiritual. La Torá no nos permite que nos consideremos satisfechos con nuestro actual nivel de espiritualidad. Por el contrario nos exhorta a fijarnos altas metas para nosotros mismos y después esforzarnos metódicamente hasta alcanzar esas metas.

El crecimiento que experimentamos durante este tiempo es comparable con un maratón. Establecemos el ritmo y lo intentamos mejorar día a día hasta que alcanzamos el día en que recibimos nuevamente la Torá. En este proceso miramos profundamente dentro de nosotros y trabajamos sobre todos nuestros aspectos negativos. Si nos vemos desprovistos de amabilidad, cambiamos nuestra agenda para hacer mas obras caritativas. Si estamos faltando en el área de la justicia, nos comprometemos a elevar nuestros niveles de entereza mejorándolos para elevarlos al máximo de nuestras posibilidades. Y así también en todas las áreas de nuestra personalidad.


jueves, 14 de abril de 2011

Parashá Shavua: Ajaré Mot (Después de Morir). 12 Nisan 5771 (16 de Abril 2011). Shabat Hagadol.Vivir las Mitzvot


"Y cuidarán Mis leyes y Mis preceptos, que los hará la persona y vivirá con ellos, Yo soy Hashem" (Vaikrá 18:5).

Aparentemente, la expresión: "y vivirá con ellos" es innecesaria, ya que si la persona cumple con la primer parte del versículo que dice: "Y cuidarán Mis leyes y Mis preceptos", evidentemente vive con ellos.

Pero, en realidad, esta frase encierra un importante mensaje, que si lo tendremos presente en todo momento, nos ofrecerá grandes beneficios en general, y en el área de la educación de nuestros hijos en particular.

Hay dos maneras de cumplir las mitzvot:

La primera es cuando la persona cumple mitzvot estando incentivada por una gran convicción, un deseo creciente de cumplir, y sabe que por ello recibirá una gran recompensa en el Mundo Venidero. Por ejemplo, cuando alguien concurre a la sinagoga para rezar y acercarse a D'os. La segunda es cuando las mitzvot son observadas por costumbre o por compromiso. Por ejemplo, cuando la persona asiste a la sinagoga para acompañar a su padre o para felicitar a su compañero que festeja el bar mitzvá de su hijo.

La diferencia entre estos dos iehudim es muy simple. La persona que fue a la sinagoga por un motivo externo vive pasivamente toda esa experiencia tan hermosa del rezo de shabat, y eso no le permite sentir al máximo la agradable sensación de la tefilá.

Por otra parte, el otro judío que shabat tras shabat va a la sinagoga por propia convicción, disfruta plenamente de cada segundo, ya que internamente tiene un gran deseo de cumplir las mitzvot, y al estar allí, él se acerca a su objetivo final. El deseo de vivir cada mitzvá es lo que marca la diferencia.

Nosotros, por nuestro lado, sin darnos cuenta podemos estar cumpliendo mitzvot sin vivirlas plenamente. Simplemente las hacemos por costumbre. Pero si meditáramos en el gran orgullo que representa ser judío pudiendo cumplir con la Torá y las mitzvot, eso provocaría una constante renovación en nuestras vidas, y de esa manera viviríamos un judaísmo activo y no pasivo.

El parámetro que tenemos para medir en qué nivel nos encontramos, es observando los frutos de nuestras acciones. Si cumplimos una mitzvá tenemos que ver si luego deseamos hacer otra. Si es así, eso quiere decir que estamos viviendo y disfrutando correctamente el cumplimiento de las mitzvot.

Además, quién vive un judaísmo natural y activo, verá los frutos en su descendencia, pues sus hijos habrán recibido el yugo del cumplimiento de la Torá con mucho amor, y principalmente, a través del excelente ejemplo de sus padres.

Nuestros hijos perciben muy bien si nuestro cumplimiento es artificial o natural, y en ellos se verán los frutos.

Consideremos un caso hipotético:

Delante nuestro tenemos dos manzanas.Una es una manzana natural y la otra artificial. La manzana artificial es idéntica a la natural, el gusto es el mismo, y si quisiéramos identificar cuál es cuál, nos sería casi imposible. La única manera de poder comprobarlo es plantando las semillas. La manzana natural seguirá dando frutos, mientras que la artificial no lo podrá hacer.

Lo mismo ocurre con nosotros. Quien vive su judaísmo de manera natural y con ganas de vivirlo intensamente, podrá ver el mismo comportamiento en sus semillas, pero quien lo vive en forma artificial y con desgano, también le transmitirá a sus hijos un judaísmo opaco y sin sabor.

Este punto tan importante se ve reflejado también en la mitzvá de la cuenta del omer.

En la festividad de Pesaj recordamos que el pueblo de Israel salió de Egipto y comenzó a respirar aires de libertad, dejando detrás muchos años de esclavitud y amargura. Pero inmediatamente después del primer día de la fiesta, en el segundo día de Pesaj comenzamos con la sefirat haomer, que consiste en contar 49 días hasta la entrega de la Torá, en la festividad de Shavuot. Este precepto nos demuestra que con el mero hecho de conseguir la libertad, la meta final todavía no fue alcanzada.

La verdadera libertad no es física sino espiritual y la única manera de obtenerla, es a través del cumplimiento de la Torá. La salida de Egipto no fue una finalidad por si misma, sino un importante y fundamental escalón que debíamos subir para poder llegar a la cima. Pero la meta final era llegar hasta el monte Sinai, donde la Torá sería entregada.

La mitzvá de contar los días del omer tiene la función de renovar constantemente el deseo de aspirar a lo máximo y no conformarse con lo que ya conseguimos. Vemos que la sefirat haomer no sólo incentivaba al judío físicamente, sino que también psicológica y espiritualmente.

Así como un presidiario cuenta el tiempo que falta para que lo liberen, marcando en su calendario cada día que transcurre, pues cada día está más ansioso por llegar a esa fecha tan esperada, lo mismo ocurrió con el pueblo de Israel en el desierto. Ellos contaban cada día que pasaba, esperando ansiosamente el momento cumbre en el cual recibirían la Torá en el monte Sinai.

De esta manera, todo el pueblo en general, y cada judío en particular, llegó al nivel óptimo para recibir la Torá.

Y precisamente ese espíritu de renovación y vida es lo que la Torá nos pide mediante las palabras: "y vivirá con ellos", es decir, con los preceptos, pues no alcanza con cumplir la parte del versículo que dice: "Y cuidarán Mis leyes y Mis preceptos…", también se necesita el: "y vivirá con ellos".

Vivir significa renovarse constantemente. Cada día tiene que ser valorado y disfrutado como si fuera único, ya que el potencial de mitzvot que se puede desarrollar en 24 horas es inmenso y su recompensa será eterna.

Si cada uno de nosotros tendrá presente este mensaje, podrá disfrutar de su vida al máximo, tanto en el campo de lo material como en el área de lo espiritual. Esto le brindará una vida llena de alegrías, ya que cada mitzvá cumplida significará haberse acercado un poco más a la meta, siendo éste el anhelo de cada persona en la vida.

SHABAT HAGADOL

El Shabat anterior a la festividad de Pesaj se denomina Shabat HaGadol - el Gran Shabat. Este nombre indica que hay en este Shabat una grandeza particular al respecto de los otros Shabatot del año. Esta grandeza está expresada en el Shulján Aruj – Código de Ley Judía: “porque ocurrió en él (éste Shabat) un gran milagro”.

¿Cuál fue el milagro? Los primogénitos egipcios vieron al pueblo judío preparándose a ofrendar el sacrificio de Pesaj y escucharon que en la noche de Pesaj Di-s los mataría. Cuando exigieron de sus padres enviar al pueblo judío para salvarse de la plaga y éstos se negaron, comenzó una guerra entre los primogénitos egipcios, sus padres y los gobernantes. Sobre esta guerra el Rey David dijo en los Salmos: “que golpeó a Egipto con sus primogénitos, porque Su bondad es eterna”.

Debemos entender cuál es la conexión entre aquel milagro y el Shabat, hasta el punto que el milagro causa una grandeza en el Shabat y lo transforma de un Shabat “común” a “Shabat HaGadol”. Más aún, considerando que Shabat es santo por sí mismo, es una señal entre Di-s y el pueblo judío, le pertenece exclusivamente al pueblo judío, etc. ¿cómo puede ser que una guerra civil entre egipcios agregue grandeza alguna al Shabat?

La respuesta se encuentra en el versículo de los Salmos mencionado anteriormente “que golpeó a Egipto con sus primogénitos”, donde se alaba a Di-s “porque Su bondad es eterna”. En el mismo capítulo de Tehilím aparecen otras cosas que, en su nivel más superficial, son acciones del Santo, bendito sea, como “que hace grandes maravillas”, “que hace las grandes luminarias...el sol...la luna”. En cada una de estas acciones podemos, en cierta forma, encontrar la bondad de Di-s, y por eso el Salmista repite, tras cada una de estas citas “porque Su bondad es eterna”. Sin embargo, ¿qué tiene que ver la “bondad” de Di-s con una guerra civil entre egipcios?

Aquí se expresa la idea de que no solamente la creación del mundo y los milagros que trascienden las barreras de la naturaleza son la acción de Di-s, sino que también dos bandos que luchan una guerra civil entre ellos en Egipto, el lugar más impuro de la tierra, es un acto Divino. Dado que “no hay otra cosa excepto Él”, aún este tipo de ocurrencias son planeadas y dirigidas por Di-s.

La guerra desatada entre los primogénitos egipcios y sus padres no era una simple lucha entre dos bandos, sino que un “gran milagro” de Di-s: todos vieron claramente que Di-s maneja al mundo, y cuando llega el momento en que el pueblo judío tiene que salir de Egipto a la libertad, hasta los egipcios mismos son afectados de manera que ¡luchan entre ellos en pos de la redención judía!.

Este concepto está directamente ligado a la esencia del Shabat. Este día es un testimonio de que Di-s creó al mundo y lo dirige constantemente. Sin embargo, esta idea está restringida al campo de la fe: creemos que Di-s creó el mundo en seis días y en el séptimo descansó. En el Shabat HaGadol, cuando los primogénitos egipcios lucharon para que se cumpla de la Voluntad Divina de sacar al pueblo judío de Egipto, esta creencia se transformó en un claro reconocimiento, visible con los ojos de carne y hueso, y por eso este milagro causó una grandeza en el Shabat.

De aquí podemos aprender una importante enseñanza en el servicio a Di-s: cuando un judío realiza la Voluntad Divina, hace que el mundo esté preparado para “grandes milagros”, hasta el milagro de “que golpeó a Egipto con sus primogénitos”.

Adaptado de Shulján Shabat


href="http://torahdesdebarranquilla.blogspot.com/">http://torahdesdebarranquilla.blogspot.com/

domingo, 10 de abril de 2011

Definiciones y símbolos del Seder de Pesaj


La palabra “Seder”, tiene el siguiente significado: Orden y Método. Recibe ese nombre debido a que hay un orden prescrito y dedicado a la observancia de dicho ritual en las dos primeras noches de Pesaj.

1. Matzot

Pan sin levadura; sólo contiene harina y agua. También llamado “pan de tribulación” refiriéndose así al pan que nuestra gente comió en la tierra de Egipto durante la esclavitud. Cabe notar que la mitzva de comer Matzot es obligatoria solamente los dos primeros días de Pesaj y en los días siguientes es optativo, sin olvidar que uno debe abstenerse de comer Jametz durante los ocho días de Pesaj. Se debe colocar un plato con tres Matzot. Durante el comienzo del Seder, tomamos las tres Matzot, agarramos la matza del medio y realizamos el Iajatz (partición de la Matza). Una parte se esconde para el Afikomán y la otra parte lo conservamos entre las dos Matzot completas.

2. Maror

Hierbas amargas; nos recuerda el tiempo en que nuestro pueblo estaba bajo el cautiverio egipcio, amargado por el trabajo pesado con arcilla, ladrillos y con todo tipo de faenas en los campos.

3. Vino

Durante el Seder toda persona que participa en él, debe beber cuatro vasos de vino. El número cuatro simboliza las cuatro expresiones de redención que Hashem uso cuando mandó a Moisés a liberar nuestro pueblo de Egipto: “Por lo tanto diles a los hijos de Israel: “Yo soy el Eterno y los libraré de los trabajos forzados en Egipto y los salvaré de la servidumbre y los redimiré con brazo extendido y con grandes castigos. Y los tomaré como pueblo Mío. (Shemot 6:6). Se usa vino porque éste es un símbolo de júbilo y felicidad.

4. Zeroah: Hueso de ave asado

El hueso simboliza el cordero de Pesaj que fue sacrificado el 14 de Nisán durante el tiempo del “Beit Hamikdash” (el Templo sagrado de Jerusalén). En las dos noches del Seder no se comerá ningún otro tipo de carne asada. Esto está prohibido porque no podemos atribuir importancia de sacrificio a esta carne asada e imaginar que estamos comiendo una ofrenda de Pesaj, sólo reservada para el tiempo en que teníamos el “Beit Hamikdash”

5. Karpás

Verduras que pueden ser usadas como Karpás: apio, cebollas, rábanos. Se untan estas verduras “Karpás”, en agua salada y se comen anticipadamente solo para despertar la curiosidad de los niños. El padre tendrá entonces la oportunidad de explicar el significado de esta noche, con todos los detalles de la salida de Egipto. El agua salada se usa para sumergir el Karpás como señal de que gozamos de libertad. Esto tiene su explicación en el hecho de que la comida que se preparaba en Egipto no contenía sal. Según algunos sabios, el agua salada, también simboliza las lágrimas que lloraron los israelitas al estar sometidos a las tareas más denigrantes en Egipto.

6. Huevo duro.

El huevo duro simboliza el “Jaguigá” (ofrenda de fiesta), esto se ofrecía aparte del cordero Pascual sacrificado durante la fiesta de Pesaj en la época del “Beit Hamikdash”.

El Jaroset es una pasta de nueces molidas, manzana rayada y vino. Esta pasta es un símbolo de esclavitud. La mezcla se asemeja a la arcilla con que trabajaron nuestros antepasados durante su cautiverio en Egipto.

8. Copa de Eliahu Hanaví

Tiene su origen en una controversia talmúdica sobre si se debe servir cuatro o cinco copas en el Seder. Por lo tanto, llenamos una quinta copa pero no la bebemos y la denominamos “la copa de Eliahu”, remitiendo así a la aparición del profeta, dando su juicio al respecto. Para simbolizar la venida de Eliahu, todos nos levantamos.

9. Afikoman

En los días del “Beit Hamikdash” el cordero de Pesaj era comido al concluir la cena Pascual, y estaba prohibido comer cualquier otra cosa después. Hoy en día, al afikomán, significa “sobremesa” reemplaza al sacrificio Pascual original. Se ha hecho costumbre que los niños “se apoderen” del “Afikomán” y pidan un regalo a cambio de devolverlo. Esta costumbre fue introducida para avivar el

miércoles, 6 de abril de 2011

Parashá Metzorá (Leproso). Shabat 5 de Nisan 5771 (9 de Abril 2011).Enfoques sobre la Parashá


Resumen de la Parashá

El Eterno transmitió a Moshé, las leyes referidas al leproso para su purificación. La persona enferma de tzaraat, era declarada metzorá y enviada fuera del campamento de la congregación, para vivir y con sus ropas rasgadas. Debía gritar “impuro, impuro”, como señal para que nadie se acercara a tocarle. Cuando la enfermedad se reducía, la persona era nuevamente examinada por un Cohén, fuera del campamento, y así asegurarse de que la recuperación era total. Las ceremonias de purificación se extendían durante ocho días, y se observaban ciertos ritos especiales durante el primero y el último día. El Cohén ofrecía sacrificios y en el proceso de purificación se usaba madera de cedro e hisopo. El ex metzorá era declarado miembro pleno de la comunidad. Las leyes de tzaraat se aplicaban tanto a una vestimenta como a una casa. Si las ropas mostraban signos de tzaraat, podían llegar a ser quemadas. Si una casa aparecía repentinamente marcada con rayas verdes o rojas, era cerrada por siete días. Si las rayas se extendían, las piedras afectadas eran reemplazadas por otras nuevas. La casa era revocada y las viejas piedras y el polvo eran arrojados en un área contaminada, fuera del campamento. Si aún quedaban signos de tzaraat en las paredes, todo la casa era destruida y los materiales arrojados en el área contaminada fuera del campamento. El Eterno también indicó sobre ciertas impurezas físicas, como ser pérdida de semen, flujo, que afectaban a las personas y por ello tenían prohibido entrar al Santuario o tocar objetos sagrados. Esta situación terminaba luego de un proceso de ceremonias específicas para su purificación.

Enfoques sobre la Parashá

“Esta es la ley que rige para el Metzorá” (Vayikrá 14:2)

Metzorá: Motzí - sacar, (shem) ra - (un) mal (nombre): Hablar mal sobre alguien. Hubo una vez un vendedor ambulante que viajaba de ciudad en ciudad. Él llamaba a las personas diciendo "¿Quién quiere comprar la esencia de la vida? ¿Quién quiere comprar la esencia de la vida?. Rabí Ianai lo escuchó y quiso comprar un poco de su poción. "Usted no necesita mi esencia, ni aquellos que son como usted"-contesto el vendedor. Pero Rabí Ianai presiono al vendedor y finalmente el vendedor saco un "Libro de Tehilim"(Salmos), y le leyó a Rabí Ianai: "Quien quiere vida..."- "Cual es la siguiente línea?" - pregunto el vendedor. Contesto Rabí Ianai "Cuide su lengua del mal!... Yo he leído este versículo toda mi vida y nunca me di cuenta de su significado hasta que este vendedor me lo enseñó!!". (Midrash)

“Y será traído al Cohén” (Vayikrá 14:3)

Cuando una persona habla lashón hará (malas lenguas), demuestra que no tiene idea del poder del habla. Demuestra que para él las palabras son insignificantes en comparación con los actos. Al hablar las malas lenguas, se despierta a un acusador en el Cielo, no solamente contra el objetivo de su lashón hará, sino también contra sí mismo. Un ángel, provisto de un "grabador stereo" se para al lado de cada uno de nosotros y graba cada una de las palabras que pronunciamos. Y para enseñarles a los que hablan lashón hará el poder que tiene hasta una sola palabra, la Torá ordena que el trasgresor sea traído al Cohén. Pero, inclusive cuando va a ver al Cohén, con todo el cuerpo lleno de tzaraat, para que todos lo vean, y hasta que el Cohén pronuncie la palabra "Impuro", se lo sigue considerando totalmente puro. Del mismo modo, no puede retornar a su antigua situación, a pesar de que la enfermedad se haya curado por completo, hasta que el Cohén pronuncie la palabra "Puro". Así, el trasgresor aprende el poder que tiene hasta una sola palabra. Porque con una sola palabra, se lo segrega, y con una sola palabra, se lo redime. (Basado en Ohel Yaacob)

“Hashem le habló a Moshé, diciendo: Esta será la ley del Metzorá” (Vayikrá 14:1)


Metzo-ra ---Motzi-(shem)-ra----hablar mal de alguien (lit. "sacar un mal nombre", implica mentir). Sobre gastadas ruedas de acero, las puertas de la fábrica se abrieron de par en par. Allí, bajo la luz gris del alba, estaban las máquinas. Una detrás de la otra, en una larguísima fila cuyo fin se encontraba lejos, muy lejos. Eran grises y azul opaco. Majestuosas. Maravillosas. Las 248. Una máquina tras otra máquina tras otra máquina. El supervisor condujo a su nuevo empleado por el pasillo central. Pasaron junto a todas ellas en reverente silencio. Después de lo que pareció como un siglo, llegaron al final. Y allí se pararon, juntos, al final de este vasto despliegue de poder industrial, contemplándolo.

Allí estaba, diferente del resto de las maquinas igual que Moby Dick era diferente del resto de las ballenas. Enorme, imponente, sola, formidable. "Es esta" dijo el supervisor. "Esta. Sin esta máquina, todas las otras máquinas no valen absolutamente nada. Nada de nada. De esta máquina penden la vida y la muerte".

La lengua es la máquina más poderosa del mundo entero.

En esta vasta fábrica llamada el Hombre, hay doscientas cuarenta y ocho máquinas, cada tendón corresponde a una Mitzvá. Pero la lengua tiene un poder mayor que el resto.

Una palabra puede matar a distancias que ni siquiera el más poderoso cohete puede alcanzar. Una palabra puede causar una plaga más nociva que el ántrax. Y aún así, una palabra puede curar con más poder que una cirugía a corazón abierto. Una palabra puede decir más que el más brillante y colorido ramo de flores.
El mundo fue creado con palabras: "En el comienzo Di-s creó los Cielos y la Tierra...". Él creó toda la existencia con las dos veintidós letras del alfabeto hebreo. Y le dio al hombre esa máquina tan increíblemente poderosa: la lengua. No hay ningún animal en el mundo que pueda hablar. Podrán hacer ruidos, si. Pero hasta la fecha, ninguna ballena publicó un libro de poemas.


El Hombre es el único Hablador de toda la existencia. A él se le confió una máquina muchísimo más poderosa que el átomo, y además, mucho más peligrosa. Porque con una sola palabra se pueden destruir mundos y con una sola palabra se los puede crear.

(Jafetz Jaim)