lunes, 31 de mayo de 2010

Los sueños según el Talmud (V)


Más sobre los sueños:

El que ve un gato en un sueño: si está en un lugar donde lo llaman al gato en arameo shunra, se le transforma en una hermosa canción – shirá naá - ya que la palabra shunra y shirá naa suenan al oído de modo parecido. Pero si está en un lugar donde lo llaman al gato en arameo shinra, entonces tendrá un cambio para mal - shinui rá.

El que ve uvas en un sueño: Si son blancas, entonces tanto si están en su temporada o no están en su temporada, son buenas y se trata de un sueño positivo para él. Y si son uvas negras, si las ve en su temporada, son buenas y se trata de un sueño positivo para él, pero si las ve no en su temporada, son malas y se trata de un mal sueño.

El que ve un caballo blanco en un sueño, tanto si el caballo trota de modo sosegado o si está galopando, es bueno para él. Mas si vio un caballo rojo, si el caballo trota de modo sosegado, es bueno, pero, si está galopando, es un presagio difícil.

El que ve a Ishmael en un sueño, significa que su rezo ha sido escuchado por Dios. Y precisamente si ve a Ishmael, hijo de Abraham, pero a un árabe común no.

El que ve a un camello – gamal - en un sueño, la muerte había sido decretada sobre él desde el Cielo, y fue salvado de ella.

Rabí Jama, el hijo de Rabí Janina, dijo: ¿Cuál es el versículo que lo enseña? “Yo descenderé contigo a Egipto y Yo también te haré subir – gam alo” (Génesis 46:4). Es decir, la palabra gamal, camello y la expresión gam alo, te haré subir, suenan al oído de modo parecido, y en el versículo se relacionan con la salvación de la esclavitud y el exilio.
Rav Najman bar Itzjak dijo: De aquí se aprende: “También El Eterno ha conmutado tu pecado. No morirás” (2 Samuel 12:13). Es decir, la primera palabra, gam, también, y la que inicia la segunda frase, lo, no, conforman la palabra gamlo, que suena al oído de modo parecido a gamal, camello.

El que ve a Pinjas en un sueño, una maravilla le será realizada.

El que ve a un elefante en un sueño, maravillas le serán realizadas. Y si ve elefantes, maravillas sobre maravillas le serán realizadas.

Pregunta:

Pero he aquí que fue enseñado en la baraita: Todo tipo de bestias son buenas en un sueño, excepto el elefante y el mono.

Respuesta:

No es difícil de entender. Ese caso considerado positivo es cuando estaba ensillado, mas ese caso considerado negativo es cuando no estaba ensillado.

Se continúa:

El que ve el nombre Huna en un sueño, se le realizará un milagro ya que la letra hebrea nun del nombre Huna sugiere a la nun del inicio de la palabra nes, milagro.

El que ve en su sueño los nombres Janina, Janania, Iojanán, se le realizarán milagros sobre milagros.

El que ve el término hesped - eulogía - en un sueño, desde el Cielo tuvieron piedad de él y lo redimieron.


Y estas palabras e interpretaciones aquí citadas acerca de palabras vistas durante un sueño, es cuando lo ve por escrito

Nuevos sueños:

El que responde a la oración de Kadish en medio de su sueño: “Sea Su gran Nombre bendito”, se asegura que está destinado para el Mundo por Venir.

El que pronuncia el Shemá en su sueño, se merecería que la Divina Presencia se posara sobre él, pero su generación no es merecedora de esto.

El que se coloca las filacterias - tefilín - en un sueño debe aguardar grandeza, tal como está dicho: “Entonces todos los pueblos de la tierra verán que el Nombre de El Eterno es invocado sobre ti...” (Deuteronomio 28:10). Y fue enseñado en la baraita: Rabí Eliezer Hagadol dice acerca del versículo citado: Se refiere a los tefilín de la cabeza, es decir, los que se colocan sobre la misma.

El que reza en un sueño, es un signo favorable para él. Y estas palabras y enseñanza se aplican cuando no completa el rezo durante el sueño.

Otra serie de sueños:

El que mantiene relaciones íntimas con su madre en un sueño, puede aguardar entendimiento, porque está dicho: “Porque si – im - invocas al entendimiento” (Proverbios 2:3), y el término im, si, se relaciona con el término em, madre.

El que mantiene en su sueño relaciones con una joven comprometida, puede aguardar a la Torá, porque está dicho: “Moisés nos encomendó la Torá, es una herencia – morashá - para la Asamblea de Jacob” (Deuteronomio 33:4). Mas no leas morashá sino meorasá - una mujer comprometida.

El que mantiene relaciones con su hermana en un sueño, puede aguardar a la sabiduría, porque está dicho: “Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana” (Proverbios 7:4).

El que mantiene relaciones con una mujer casada en un sueño, se asegura que está destinado para el Mundo por Venir ya que significa que toma su parte y la de su prójimo en el Mundo por Venir. Pero estas palabras y esta enseñanza se aplican cuando no la conoce a la mujer que aparece en su sueño y no ha pensado en ella la noche anterior.

Otra serie de sueños:

Rabí Jia bar Aba dijo: El que ve trigo en un sueño, ha visto la paz, porque está dicho: “El que establece tus límites pacíficos, con la crema del trigo te sacia”.

El que ve cebada en un sueño, sus transgresiones lo han dejado, porque está dicho: “Tu trasgresión se ha ido y tu pecado será expiado” (Isaías 6:7).

Un hecho relacionado:

Rabí Zeira dijo: Yo no ascendí de Babilonia a la tierra de Israel hasta que vi cebada en un sueño.

Se continúa:

El que ve una viña cargada en un sueño, su esposa no parirá hijos muertos, porque está dicho: “Tu esposa será como una viña fructífera” (Salmos 128:3).

El que ve una rama de la viña en su sueño puede aguardar al Mesías, porque está dicho: “Él atará su burro a la viña, a la rama de la viña, su pollino” (Génesis 49:11), versículo relacionado con la llegada del Mesías.

El que ve una higuera en un sueño, su Torá estará cuidada en su interior, es decir, no olvidará su estudio, porque está dicho: “El cuidador de una higuera comerá su fruto” (Proverbios 27:18).

El que ve granadas en un sueño: si son pequeñas, su negocio será fructífero como una granada; si son grandes, su negocio se incrementará como una granada.

El que ve granadas partidas, si es un estudioso de la Torá puede aguardar a la Torá, porque está dicho: “Te daré de beber del vino especiado del jugo de mis granadas” (Cantar de los cantares 8:2), versículo relacionado con el estudio de la Torá. Si no es un estudioso de la Torá – am haaretz -, puede aguardar a los preceptos, porque está dicho: “Como un trozo de granada son tus templos - rakatej” Cantar de los cantares 4:3): ¿Qué significa rakatej? Que hasta los vacíos - reikanim - entre vosotros están tan llenos de preceptos tal como una granada está llena de frutos.

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jueves, 27 de mayo de 2010

HISTORIAS PARA CONTAR EN FAMILIA (IV)

11. Jesed

Rabí Naftalí Amsterdam, el Rab de Alcsot, relató que poco después de que se casó, su Rab, el Rab Israel de Salant, se acercó a él y le formuló la siguiente pregunta: "Reb Naftalí, dígame por favor, ¿se está ocupando de hacer jesed (actos de bondad)?".

Él respondió: "Mi querido Rab, yo no tengo dinero con el cual hacer jesed".

"Eso no es lo que quise preguntar", explicó el Rab Israel, "Yo quise preguntar si usted hace jesed dentro de su casa, con su esposa? Usted debe saber que no ha tomado a su esposa como una esclava para que ella lo sirva. Su esposa es como su propio cuerpo, y usted debe ayudarla".

La actitud del Rab Amsterdam respecto de hacer jesed con su esposa fue especialmente aparente cuando se casó por segunda vez. Él se volvió a casar a una edad avanzada, después de la muerte de su primer esposa. Poco después de que se casó, su nueva esposa se enfermó, y él tuvo que cuidarla. Era una imagen increíble ver al envejecido y débil Reb Naftalí sirviendo a su esposa. Él solia limpiar la casa, lavar y secar la vajilla, encender el hogar, y hacer todos los difíciles trabajos de una ama de casa. Él los hacía con amor y felicidad, pues había llegado a su vida una gran oportunidad de hacer jesed.

Una vez, un hombre le preguntó a su Rabino la siguiente pregunta: "¿Cómo es posible que una persona cumpla con lo que nuestros Sabios dijeron en el Talmud: 'una persona debe agradecer a D'os por lo malo de la misma manera que lo hace por lo bueno'(Berajot 33b)? ¿Cómo es que una persona que no tiene comida para él o para su familia, que no tiene ropa para vestir y que no tiene ningún lugar para vivir puede agradecer a D'os como lo hace un hombre rico, cuya casa está llena de todo, y que puede tener todo lo que desee?".

El Rabino le contestó: "Yo tampoco entiendo completamente las palabras de nuestros Sabios. Pero nosotros tenemos en nuestra ciudad un verdadero tzadik (justo), alguien que casi no tiene que comer, que duerme sobre un banco duro en la sinagoga local y que no tiene zapatos para vestir y su mujer e hijos reciben ayuda de la comunidad; sin embargo, él sirve a D'os con felicidad. Él bendice a D'os cada día, y siempre está agradecido y lleno de alabanzas hacia Él. Yo creo que esa es la persona que le podrá decir cómo uno puede agradecer a D'os por lo malo así como lo hace por lo bueno".

El hombre escuchó el consejo del Rabino y fue a buscar a este tzadik para pedirle que le explique las palabras de los Sabios. Para su sorpresa, el tzadik le respondió: "Usted sabe, yo tampoco entiendo completamente las palabras de nuestros Sabios. Yo no soy el indicado para contestar su pregunta, pues a mi me parece que nunca tuve un mal día en toda mi vida; no me falta nada y D'os ha sido bueno conmigo siempre!".

12. Ser Agradecido

Una vez, un hombre le preguntó a su Rabino la siguiente pregunta: "¿Cómo es posible que una persona cumpla con lo que nuestros Sabios dijeron en el Talmud: 'una persona debe agradecer a D'os por lo malo de la misma manera que lo hace por lo bueno'(Berajot 33b)? ¿Cómo es que una persona que no tiene comida para él o para su familia, que no tiene ropa para vestir y que no tiene ningún lugar para vivir puede agradecer a D'os como lo hace un hombre rico, cuya casa está llena de todo, y que puede tener todo lo que desee?".

El Rabino le contestó: "Yo tampoco entiendo completamente las palabras de nuestros Sabios. Pero nosotros tenemos en nuestra ciudad un verdadero tzadik (justo), alguien que casi no tiene que comer, que duerme sobre un banco duro en la sinagoga local y que no tiene zapatos para vestir y su mujer e hijos reciben ayuda de la comunidad; sin embargo, él sirve a D'os con felicidad. Él bendice a D'os cada día, y siempre está agradecido y lleno de alabanzas hacia Él. Yo creo que esa es la persona que le podrá decir cómo uno puede agradecer a D'os por lo malo así como lo hace por lo bueno".

El hombre escuchó el consejo del Rabino y fue a buscar a este tzadik para pedirle que le explique las palabras de los Sabios. Para su sorpresa, el tzadik le respondió: "Usted sabe, yo tampoco entiendo completamente las palabras de nuestros Sabios. Yo no soy el indicado para contestar su pregunta, pues a mi me parece que nunca tuve un mal día en toda mi vida; no me falta nada y D'os ha sido bueno conmigo siempre!".

13. Grandeza

Efraim Lebowitz, uno de los estudiantes de la Ieshivá del Jafetz Jaim en la ciudad de Radin, fue acusado de ser espía alemán, y fue llevado a juicio en Rusia. Su abogado no judío le pidió al Jafetz Jaim que atestigüe en favor de su cliente en la corte. El Jafetz Jaim aceptó y viajó a la ciudad de Whitbask, en donde el juicio tuvo lugar.

Después de la declaración del Jafetz Jaim, el abogado quiso demostrar la gran piedad de su testigo al juez, y relató la siguiente historia:

"Una vez, cuando el Jafetz Jaim estaba en Varsovia, un hombre se acercó a él con un billete de cinco rublos en su mano, y clamaba que él le debía al Jafetz Jaim un rublo por un libro que una vez le había comprado. El Jafetz Jaim rechazó el dinero, diciendo que él no recordaba esa deuda, y era mejor que se acerque a su contador, quien podía tener anotada la deuda. Después de recibir la contestación, el hombre cambió su tono, diciendo esta vez que quería dar el rublo como donación. El Jafetz Jaim dijo que él no aceptaba regalos, pero si él deseaba, podía donar el dinero a la Ieshivá de Radin.

La persona estuvo de acuerdo con eso, pero cuando el Jafetz Jaim sacó su billetera para darle el vuelto, él le arrebató la billetera y salió corriendo.

El Jafetz Jaim comenzó a correr detrás de él, gritándole mientras lo perseguía que él podía quedarse con el dinero y que lo perdonaba completamente. Más aún, él no permitió que nadie persiguiera a ese hombre".

El juez interrumpió al abogado diciendo: "Mi querido abogado, ¿realmente tú crees esa historia?".

"No, yo no la creo, yo creo que es una fábula", respondió el abogado.

El juez preguntó: "Si ese es el caso, ¿por qué tú traes esta historia como prueba?".

El abogado contestó: "Perdóneme, su señoría, pero ¿puede usted explicarme por qué historias semejantes no se cuentan sobre usted o sobre mí? ¿Usted no cree que la creación de estas historias sobre una persona atestiguan su grandeza?

14. Reconociendo Nuestros Errores

Después de su casamiento, Rabí Iaacov Lorberbaum, el famoso autor del libro Javot Daat, hizo un negocio con un socio. Una vez hubo un desacuerdo financiero entre los socios, y el asunto fue llevado ante el rabino local, quien era más joven que Rabí Iaacov y además era menos sabio que él. El rabino local escuchó los dos lados y dictaminó en favor del socio de Rab Iaacov, diciendo que Rab Iaacov tenía que pagarle a su socio por los daños causados.

Rabí Iaacov estaba convencido de que la decisión fue errónea y se fue enojado. En la noche su socio fue a visitarlo, y lo reprendió por su comportamiento, diciendo que él debía haber aceptado la decisión del rabino.

Rabí Iaacov respondió: "¿Cómo yo puedo aceptar una decisión que es errónea?".

"Bueno, si eso es lo que tú piensas - lo desafió el socio - saquemos el Shulján Aruj y fijémosnos allí. Entonces veremos si él estaba equivocado o no".

Después de buscar en la sección de Joshen Mishpat del Shulján Aruj, Rabí Iaacov encontró - para su sorpresa - que el rabino local había tomado la decisión correcta, y él era el que había cometido el error.

"Tú ves", le dijo el socio, "ahora yo creo que es apropiado que vayas y pidas perdón al rabino por la manera en la cual has actuado cuando él juzgó en tu contra".

"¿Sólo pedirle perdón?, respondió Rabí Iaacov, "Yo tengo que pedirle a él que me dé una amonestación (nezifá) por mi despreciable comportamiento".

Entonces Rabí Iaacov fue a ver al rabino local. Cuando él llegó allí, se sacó sus zapatos, y admitió que el rabino estaba correcto en su decisión, y luego le pidió que lo amoneste oficialmente.

Este incidente dejó una gran impresión en las personas del pueblo, puesto que Rabí Iaacov, un reconocido sabio en su generación, tuvo la suficiente humildad para admitir que se había equivocado e insistió en que el joven rabino lo amoneste. Como resultado de este incidente los dos rabinos se hicieron amigos y se respetaron mucho mutuamente.

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miércoles, 26 de mayo de 2010

RESPETO DEL MARIDO POR SU MUJER


En el respeto existe una relación recíproca: tú das y tú recibes.

La mishná dice en el tratado de Abot: ¿Quién es respetado? quien respeta a la gente…”A quien me respeta respetaré.”

Nuestros sabios hicieron especial hincapié en el honor de la mujer, pues él mismo constituye el fundamento de la formación del hogar y de la familia.

“Por siempre sea el hombre cuidadoso del respeto de su mujer” (Baba Metziá 19-1) por siempre, es decir en toda situación y bajo cualquier circunstancia.

Dijo Rabi Helbo: por siempre sea el hombre cuidadoso del honor de su mujer, pues la bendición llega a su hogar gracias a su mujer. Y así aconsejó Raba a los habitantes de Mahoza, su ciudad: Respetad a vuestras esposas y os enriqueceréis” (Baba Metziá)

Dijo Rabi Iosi: “jamás llamé a mi mujer, mi mujer sino mi hogar” (Shabat 140).

La mujer constituye el fundamento del hogar. Al faltar la mujer, el hogar se destruye automáticamente, mientras que al faltar el hombre, el hogar aún puede mantenerse en pie. Por lo tanto, al ausentarse el hombre del hogar por un par de días o si por cuestiones de salud debe guardar cama, el orden de la casa continúa igual. En cambio, si la mujer es quien se ausenta de su hogar o se ve impedida por enfermedad durante algunos días, la casa se desordena por completo. La mujer es llamada “el centro del hogar”, por ser la base del mismo.

Cuentan acerca de Rabi Arie Levin, que después de fallecer su mujer, al viajar cierta vez en taxi hacia su casa, el conductor le pregunto. “¿Donde esta tu casa?”, a lo que Rabi Arie le respondió: “Yo no tengo hogar, pero si lo que deseas saber es donde vivo mi dirección es en la calle tal…”

Mientras la mujer esta en su casa- la bendición mora en la misma; pero si D,s nos libre la mujer desaparece- a la vez desaparece la bendición de aquel hogar. Es por ello que nuestros sabios recalcaron en varios de sus dichos que el hombre por siempre procure el honor de su mujer.

Muchas veces los problemas en la vida conyugal comienzan cuando el marido no encuentra tiempo para conversar con su mujer.

Rabi Aquiba Iguer se quedaba conversando con su mujer hasta la medianoche.

¿Quién es aquel que se considera más grande y santo que Rabi Aquiba, que siendo un gran estudioso de la Torá, encontraba tiempo para conversar con su mujer? Cuán grande es la enseñanza que debe aprender el marido de sus palabras en cuanto a la relación con su mujer!

CUIDEMOS EL TESORO MAS PRECIADO QUE TENEMOS: NUESTRAS MUJERES.

Parashá Behaalotejá (Cuando enciendas). 16 Sivan 5770 (29 de Mayo de 2010)


En esta sección de la Torá se terminan de distribuir todas las funciones relevantes para comenzar el viaje por el desierto, un desierto "inmenso y terrible" (Cf. Devarim 8.15), representa por lo tanto esta sección una especie de descripción final de todo el orden del campamento. Las preparaciones previas, las cuales fueron descritas en las secciones anteriores, terminan de recibir su imagen completa en órdenes especiales como la fabricación de trompetas y los procedimientos específicos de sus toques para anunciar el momento de la marcha o del estacionamiento (CF. Bemidvar 10.1-8).

El gran periplo comienza, este viaje, no como era lo esperado, se alargará por cuarenta años, estos años se trasformarán en una fragua que templará al pueblo de Israel y lo construirá para la experiencia futura dentro de la Tierra de Israel. Esta fragua puso de manifiesto y expuso las características más profundas del pueblo, para bien y para mal, tal como podemos ya percibir en nuestra parashá; la definición de una personalidad espiritual necesita de un proceso de acondicionamiento para poder internalizar ideas y conductas, esto es así cuando nos referimos a un solo individuo, cuanto más si consideramos que estamos frente a un pueblo en los albores de su formación nacional y moral.

En un hecho particular ocurrido antes de comenzar la marcha, podemos comprender en alguna medida la profunda responsabilidad del líder del pueblo, en especial cuando este liderazgo contiene elementos trascendentales; una breve conversación entre Moshé y su suegro nos enseña estos sentimientos de responsabilidad, cuando Yitró desea volver a su casa, Moshé le declara:

"Viajaremos nosotros al lugar que dijo Hashem, ese lugar lo daré a ustedes, ven con nosotros y te beneficiaremos..." (Cf. Ibíd. 29).

Sin embargo Yitró contestó negativamente. El hombre a quien la salida de Egipto y el cruce por el Mar de las Cañas conmovieron su espíritu, este hombre que estos acontecimientos le hicieron abandonar su hogar, su estatus y su propio sacerdocio en Midian, para peregrinar al desierto y permanecer bajo la sombra de su yerno – este hombre quiere ahora volver a su hogar:

"No iré sino a mi tierra, solamente a mi patria me dirigiré" (Ibíd. 30)

Pero Moshé no es una persona que suela ceder con facilidad:

"No nos dejes, pues tú conoces nuestra estadía en el desierto, y has sido para nosotros como ojos..." (Ibíd. 31)

De las palabras de Moshé se percibe que su suegro era un personalidad vital en el campamento, esta necesidad queda ampliamente de manifiesto cuando leemos la palabras de Misdrash a este versículo, traídas por Rashí: "cada asunto que desaparezca de nuestros ojos, tú iluminarás nuestros ojos"; es decir si algún tema no es percibido como algo trascendente, Yitró podrá hacerlo resaltar como algo digno de tomarse en cuenta.

Sin embargo, este estatus del suegro de Moshé es ciertamente paradojal, dentro del marco en que estos términos fueron descritos varios cuestionamientos nos surgen: ¿Puede una persona llegar a un nivel tan elevado como para ser los ojos del pueblo y de Moshé mismo? Más aun si nos remitimos al momento en cuestión, la Presencia de Hashem estaba sobre el Tabernáculo, y el líder del pueblo, Moshé, envuelto en la influencia de la profecía que lo conduce, ¿Acaso necesita de otros ojos?

Los ojos trascendentes de Yitró al parecer son relevantes, así nuestro maestro Rabí Yosef Jayim comprendió estas ideas en su libro "Ben Ish Jay". Yitró tenía una virtuosa cualidad muy especial, que era necesaria que esté presente frente a los ojos de todo Israel, en forma mucho más evidente en los momentos de la marcha. Esta cualidad, que los hombres del pueblo de aquella generación no poseían y que al parecer la fuerza de la profecía, con todos sus contenidos místicos, no podía emanar sobre el pueblo para que los ojos de ellos sean iluminados con esta cualidad; esta es la capacidad de poder enfrentarse a los extraños, que manifestó Yitro en el hecho mismo de peregrinar al desierto.

Por este motivo argumentó Moshé frente a él: nosotros te necesitamos, porque tú eres una ejemplo vivo capacidad para superar los obstáculos, y de la capacidad de enfrentarse con ellos, para el pueblo de Israel el periplo por el desierto es el único camino de vida; sin embrago, por el hecho que estamos sujetos a este peregrinaje por el desierto, causado por motivos que no siempre estuvieron bajo nuestro control, puede crear como consecuencia de las dificultades de esta marcha un a cierta amargura, o descontento general o incluso pensamientos de revolución, en otras palabras nuestras futuras dificultades son proclives a disuadir de la continuación del camino. Por esto, el ejemplo de la vida del suegro de Moshé tiene la fuerza de servir como modelo, él es quien mejor puede tener el rol de ser los ojos del pueblo; en palabras actuales diríamos que él es quien debe ser escogido, "lo han señalado", para extraer ánimos durante las horas difíciles que puedan venir. Porque él vino al desierto por su propia voluntad, dejó tras de si su importante posición social, y vino solamente por el profundo reconocimiento de la verdad, sin considerar los obstáculos y sin prestar atención a las dificultades.

Si esta fue la breve conversación de Moshé con su suegro y si fueron estos los conceptos tan trascendentes que le fueron comunicados, entonces cabe preguntar el motivo de su negativa; a pesar que su vida era un ejemplo y modelo por qué prefirió volver a un lugar donde el pasado le esperaba amenazador. La respuesta que encontramos en los comentaristas puede darnos tal vez una pista en la decisión de volver, Rashí trae cuando explica la respuesta de Yitró: "No iré sino a mi tierra, solamente a mi patria me dirigiré" que se refiere en esta respuesta doble a dos preocupaciones que tenía en mente, una eran sus propiedades que deseaba vender para poder luego regresar con Moshé y otra era su familia que quería también atraer a la fe de Israel y luego retornar. Este hombre, discípulo de la sabiduría, tenía una conciencia social intensa y sabía que el orden de lo material es una grave condición para la elevación de tipo espiritual, por este motivo la primera decisión de abandonar todo fue ahora reafirmada de manera total en tratar de volver y desvincularse por completo de su pasado material, y por otro lado la responsabilidad de tratar de acercar a otros a la verdad que él mismo había palpado era un oriente en su conducta.

En su comentario a la Torá, sobre nuestra sección declara Kelí Yakar que desde el punto de vista lingüístico, el verbo utilizado por Yitró: "No iré sino" expresa en hebreo solamente la idea de mover los pies de manera tal que la persona se traslada de un lugar a otro, pero puede ser que mientras se traslade hasta el segundo lugar de todas maneras todavía su pensamiento está unido al primer lugar del cual procede; en cambio el verbo "viajar" que utiliza Moshé cuando le pide a su suegro que los acompañe se refiere no solamente a un traslado de tipo físico sino también a un cambio en el pensamiento, a un querer identificarse con el lugar y las finalidades del viaje. Así encontramos que Hashem le dice a Abraham, nuestro patriarca, ""ándate de tu tierra" (Bereshit 12.1) porque aun estaba de alguna manera conectado a un pasado inmediato; mientras que después escuchamos que le dijo "yendo y viajando al sur" (Bereshit 12.9) porque en un principio fue pero después viajó al sur porque ya se había desconectado por completo de toda la casa paterna y había internalizado los conceptos trascendentales del sur.

La decisión de Yitró según como se desprende de los comentaristas en volver a su hogar, estaba conformada de una naturaleza dual, por un lado el simple hecho de ir no lo identificaba con el destino en tanto una cultura y una civilización diferente a la Torá que había estudiado, mientras por otro lado su intención real y profunda en volver a este lugar estaban basadas en los sentimientos de responsabilidad para con su familia, a quienes deseaba acercar: A pesar de la definición que Moshé mismo le había dado a su suegro al calificarlo como "ojos", estos sentimientos de responsabilidad pudieron más en su mente y decidió partir nuevamente para Midián.

Encontramos en el Tanaj un recuerdo de la familia de Yitró que al parecer puede enseñarnos que el cometido final de este hombre se cumplió, dice un versículo en el libro de los Jueces 1.16:

"Los hijos de Kini el suegro de Moshé subieron de la ciudad de los dátiles con los hijos de Yehudá".

Explica Rashí sobre el versículo: "La ciudad de los dátiles era Yerijó, que les fue dada a ellos una parte muy fructífera de Yerijó para que la consuman hasta que Israel construya en Templo... se la entregaron a los descendientes de Yitró por 440 años y los estudiosos que había entre ellos la dejaron (antes de la construcción del Templo) y fueron a reunirse con Otniel Ben Kenaz en el desierto de Yehudá que está en el sur para estudiar Torá".

martes, 25 de mayo de 2010

Cuidar, cumplir y hacer


Contó Rabí Israel Meir HaCohen de Radin, autor del libro “Jafetz Jaim”, que había una vez un hombre rico que debía viajar a un lugar lejano por un tiempo prolongado. Antes de salir de su casa, le entregó a uno de sus sirvientes una lista donde detallaba las cosas que debía hacer durante su ausencia, advirtiéndole que no se olvide de leer cada día la lista para hacer lo que le pidió.

Cuando regresó de su viaje, llamó inmediatamente a su servidor y le preguntó: “¿Hiciste todo lo que te ordene?”. “¡Por supuesto, señor, contestó el sirviente, he leído todos los días la lista que me entregó!”.

Le preguntó entonces su señor: “¿Y obviamente has hecho lo que allí está escrito?”. “No señor, yo solamente leí la lista tal como usted me lo ordenó”.

Le dijo entonces el dueño de casa: “¿Es que acaso yo te entregué la lista para que la leyeras y nada más? Yo te di la lista para que la repases y te sirva como guía, para que de esa manera recordaras todas las cosas que tenías que hacer, sin olvidarte de ninguna de ellas. ¡Yo no te di la lista para que su lectura sustituya a lo que debías de hacer!”.

Luego de contar este cuento, comentó el “Jafetz Jaim”: Así también sucede con el estudio de la Torá y la conducta de muchos judíos: la Torá detalla todas las acciones que debemos de hacer en cada momento de nuestras vidas, y su sabiduría y su valor espiritual son inmensos. Sin embargo, muchos judíos solo la estudian de manera teórica, tal como el sirviente lo hizo con su lista, viviendo en la incoherencia de no traducir sus contenidos al terreno de la acción...

domingo, 23 de mayo de 2010

Los sueños según el Talmud (IV)


Más sobre los sueños:

Ben Dama, el hijo de la hermana de Rabí Ishmael, le preguntó a Rabí Ishmael: Vi en mi sueño que ambas mandíbulas mías se caían. Le dijo Rabí Ishmael: Dos nobles romanos han tramado el mal contra ti, pero han muerto.

Más sueños:

Bar Kapara le dijo a Rabí: Vi en mi sueño que mi nariz se me salía. Le dijo: La ira divina se ha ido de ti.

Vio otro sueño y le dijo: Vi que mis dos manos habían sido cortadas. Le dijo Rabí: No necesitarás del trabajo de tus manos pues enriquecerás.

Vio otro sueño y le dijo: Vi que mis dos piernas me eran cortadas. Le dijo Rabí: Tú montarás a caballo.

Vio otro sueño y le dijo Bar Kapara a Rabí: Vi que me decían: En el mes de Adar morirás y no verás el mes siguiente, Nisán. Le dijo: Morirás con gloria – adruta - y no serás puesto a prueba – nisaión.

Un relato:

Un cierto saduceo le dijo a Rabí Ishmael: Vi en mi sueño que yo vertía aceite sobre las aceitunas. Le dijo refiriéndose al saduceo mismo, aunque en tercera persona: Él ha mantenido relaciones con su madre.

El saduceo tuvo otro sueño y le dijo: Vi que arranqué para mí una estrella. Le dijo: Un integrante de Israel has robado y secuestrado.

Tuvo otro sueño y le dijo: Vi que tragué una estrella. Le replicó: Has vendido al miembro de Israel que robaste, y usaste su dinero, es decir, el que obtuviste por su venta.

Tuvo otro sueño y le dijo: Vi que mis ojos se tocaban uno al otro. Le dijo: Él ha mantenido relaciones con su hermana.

Tuvo otro sueño y le dijo: Vi que besaba la luna. Le dijo: Él ha mantenido relaciones con la esposa de un miembro de Israel.

Tuvo otro sueño y le dijo: Vi que pisaba la sombra de un mirto. Le dijo: Él ha mantenido relaciones con una joven comprometida.

Tuvo otro sueño y le dijo: Vi la sombra sobre mí y él, es decir, yo, estaba debajo de mí. Le dijo: Tu relación íntima con la joven comprometida fue inversa.

Tuvo otro sueño y le dijo: Vi cuervos rodeando mi lecho. Le dijo: Tu esposa se ha prostituído con muchos hombres.

Tuvo otro sueño y le dijo: Vi palomas rodeando mi lecho. Le dijo: Muchas mujeres has impurificado.

Tuvo otro sueño y le dijo: Vi que sostenía a dos palomas y ellas intentaban volar. Le dijo: Tu te has casado con dos mujeres y las divorciaste sin el acta de divorcio – get.

Tuvo otro sueño y le dijo: Vi que estaba pelando huevos. Le dijo: Tú has desnudado cadáveres. Le dijo el saduceo: Todas las acusaciones que describiste existen en mi y las cometí, excepto esta última que no.

Sin embargo, mientras tanto, una mujer vino y le dijo: La túnica que te cubre pertenece a cierto hombre que murió y que tu quitaste de él.

Tuvo otro sueño y le dijo: Vi que me decían: Tu padre te ha dejado propiedades en Capadocia. Le dijo Rabí Ishmael: ¿Tú tienes propiedades en Capadocia? Le dijo: No. Preguntó Rabí Ishmael: ¿Fue tu padre a Capadocia antes de su muerte? Le dijo: No. Rabí Ishmael le dijo: Entonces, si no tienes bienes allí y tu padre tampoco murió en esta ciudad, cabe interpretar este nombre, Capadocia, del siguiente modo: kapa significa “viga” en persa y en griego, y la palabra deka significa “diez” en griego. Es decir, ve y mira la viga que está a la cabeza de diez, porque está llena de zuzim, es decir, monedas. El saduceo fue, y encontró que estaba llena de zuzim.

Más acerca de los sueños:

Rabí Janina dijo: El que ve un pozo en un sueño contempla la paz, porque está dicho: “Los siervos de Isaac cavaron en el valle y allí hallaron un pozo de agua manantial” (Génesis 26:19).

Rabí Natán dice: El que ve un pozo en un sueño ha encontrado a la Torá, tal como está dicho: “Porque el que Me encuentra, encuentra la vida - jaím” (Proverbios 8:35), y está escrito aquí, con referencia al pozo del versículo citado: “un pozo de agua manantial” - literalmente: un pozo de agua viva - jaím.

Rava dijo: El que ve un pozo en un sueño encuentra concretamente vida.

Más sobre los sueños y la paz:

Rabí Janán dijo: Hay tres sueños que presagian la paz. El que ve un río, un pájaro y una olla. Un río, porque está escrito: ¡He aquí que extenderé hacia ella como un río de paz” (Isaías 66:12). Un pájaro, porque está escrito: “Como pájaros que vuelan, así El Eterno, Señor de legiones, protege a Jerusalén” (Isaías 31:5). Una olla, como está escrito: “El Eterno, coloca en nosotros la paz” (Isaías 26:12).

Comentario:

Rabí Janina dijo: Y la enseñanza anterior se refiere cuando en el sueño ve una olla que no tiene carne dentro de ella, porque está escrito sobre la olla que contiene carne: “y los has tajado como eso que está en la cacerola, y como la carne en un caldero” (Miqueas 3:3).

Más sobre los sueños:

Rabí Iehoshua ben Levi dijo: El que ve un río en un sueño, debe levantarse y decir: ¡He aquí que extenderé hacia ella como un río de paz” (Isaías 66:12), antes que otro versículo con connotación negativa se le anticipe: “Porque llegará como un río angosto” (Isaías 59:19).

El que ve un pájaro en un sueño debe levantarse y decir: “Como pájaros que vuelan, así El Eterno, Señor de legiones, protege a Jerusalén” (Isaías 31:5), antes que otro versículo con connotación negativa se le anticipe: “Como un pájaro que vaga desde su nido...” (Proverbios 27:8).

El que ve una olla en un sueño debe levantarse y decir: “El Eterno, coloca en nosotros la paz” (Isaías 26:12), antes que otro versículo con connotación negativa se le anticipe: “Pon la olla, ponla” (Ezequiel 24:3).

El que ve uvas en un sueño debe levantarse y decir: “Como uvas en el desierto encontré a Israel” (Oseas 9:10), antes que otro versículo con connotación negativa se le anticipe: “Sus uvas son uvas de amargura” (Deuteronomio 32:32).

El que ve una montaña en un sueño debe levantarse y decir: “Cuán placenteros serán los pasos del mensajero sobre las montañas” (Isaías 52:7), antes que otro versículo con connotación negativa se le anticipe: “Sobre las montañas elevaré llanto y lamentación” (Jeremías 9:9).

El que ve un shofar en un sueño debe levantarse y decir: “Será en ese día que se hará sonar un gran shofar” (Isaías 27:13), antes que otro versículo con connotación negativa se le anticipe: “Haced sonar un shofar en Giba” (Oseas 5:8).

El que ve un perro en un sueño debe levantarse y decir: “Pero contra los Hijos de Israel ningún perro afiló su lengua” (Éxodo 11:7), antes que otro versículo con connotación negativa se le anticipe: “Y los perros son voraces” (Isaías 56:11).

El que ve un león en un sueño debe levantarse y decir: “Un león ha rugido; ¿quién no temerá?” (Amos 3:8), antes que otro versículo con connotación negativa se le anticipe: “El león ha dejado su guarida” (Jeremías 4:7).

El que ve el acto de afeitarse en un sueño debe levantarse y decir: “Se afeitó y cambió sus ropas” (Génesis 41:14), antes que otro versículo con connotación negativa se le anticipe: “Si hubiera sido afeitado mi fuerza me habría abandonado” (Jueces 16:17).

El que ve un pozo de agua manantial en un sueño debe levantarse y decir: “Un pozo de agua manantial” (Génesis 26:19), antes que otro versículo con connotación negativa se le anticipe: “Como de un pozo emergen aguas así emerge su maldad” (Jeremías 6:7).

El que ve una caña en un sueño debe levantarse y decir: “Una caña quebrada no romperá” (Isaías 42:3), antes que otro versículo con connotación negativa se le anticipe: “¡He aquí! Has confiado en el apoyo de esta caña quebrada” (Isaías 36:6).

Una enseñanza relacionada:

Los sabios enseñaron en la baraita: El que ve una caña - kané - en un sueño debe aguardar recibir la sabiduría, tal como está dicho: “Adquiere - kne - sabiduría” (Proverbios 4:5), versículo en el que existe una similitud fonética entre la palabra “caña” y la expresión “adquiere”. Si ve cañas debe aguardar recibir entendimiento, tal como está dicho: “Y en todas tus adquisiciones, adquiere entendimiento” (Proverbios 4:7). Es decir, la expresión “adquiere” se relaciona con una caña y “adquisiciones” con muchas cañas.

Otra enseñanza relacionada:

Rabí Zeira dijo: Una calabaza – kara -, un corazón de palmera – kora -, cera – kira -, y una caña – kania -, todos son favorables en un sueño.

Otra enseñanza relacionada:

Fue enseñado en la baraita: No se le muestra calabazas sino a quien teme al Cielo con toda su fuerza.

Se agrega:

El que ve a un buey en un sueño debe levantarse y decir: “Su soberanía es como un primogénito de buey” (Deuteronomio 33:17), antes que otro versículo con connotación negativa se le anticipe: “Si un buey corneara a un hombre” (Éxodo 21:28).

Otra enseñanza relacionada:

Los sabios enseñaron en la baraita: Cinco cosas fueron dichas acerca del que sueña con un buey: El que come de su carne será rico. Si sueña que el buey lo corneó, tendrá hijos que se cornearán figurativamente en el estudio aguzado de la Torá. Si sueña que el buey lo mordió, le sobrevendrán sufrimientos. Si soñó que el buey lo pateó, un largo camino le espera por delante. Si soñó que cabalgó sobre él, se elevará en grandeza.

Pregunta:

Pero he aquí que fue enseñado en la baraita: “Si cabalgó sobre él, morirá”.

Respuesta:

No es difícil de entender. Esta enseñanza que lo interpreta de modo positivo, se refiere a que él está cabalgando sobre el buey. Mientras que esta otra enseñanza que lo interpreta de modo negativo, se refiere a que el buey cabalga sobre él.

Otra enseñanza:

El que ve un burro en un sueño puede aguardar la salvación, tal como está dicho: “He aquí que tu rey vendrá hacia ti, justo y victorioso es él, humilde y cabalgando sobre un burro” (Zacarías 9:9).


viernes, 21 de mayo de 2010

Parashá Nasó (Levanta) - 9 Sivan 5770 (22 de Mayo de 2010). Comentarios



Primer comentario (Gentileza, www.judaicasite.com)
Segundo comentario (Rab Daniel Oppenheimer, www.ajdut.com.ar)
Tercer comentario (Gentileza, www.judaicasite.com)

Primer comentario - La individualidad dentro de la Estructura

Iosi esta radiante. No solo va a ser esta semana su Bar Mitzvá, sino que le tocara leer la parashá mas larga de toda la Tora: "Naso", nada menos que 176 versículos! Sus primos y amigos se alegran con el. Su padre, en tanto, le pide que preste atención al capitulo 7. Por que? Si bien Naso es la parashá la mas larga, tiene 89 versículos que son repetitivos.

En efecto, en doce sucesivos días, el príncipe de cada una de las tribus de Israel trajo al Santuario su propio conjunto de regalos y ofrendas. Por ejemplo el primer día vino el Príncipe de Iehuda, Najshon ben Aminadav, trayendo una fuente de plata que pesaba 130 shekel, un bol de plata 70 shekel de peso (ambas repletas de harina flor), un incensario de oro de 10 shekel de peso, y animales varios que totalizaban cinco bovinos, seis carneros, seis cabras y seis ovejas.

El segundo día se acerco el Principe de Isajar, Netanel ben Tzuar, trayendo exactamente lo mismo que su antecesor. Y asi con todos los siguientes. Sorprendentemente la Tora repite la misma exacta descripcion 12 veces. Y cada uno de los principes dono EXACTAMENTE lo mismo! Esto parecería contradecir el principio básico de que la Torá nunca es superflua y no contiene ni una letra de mas (lo que es la base de muchas ensenanzas talmudicas). Uno debería preguntarse: "Por que no enumera simplemente las ofrendas traidas por Najshon y después dice que las demas tribus donaron exactamente las mismas cosas?". La respuesta es que a pesar de presentar ofrendas iguales, cada uno de los principes realmente trajo su propia y única ofrenda.

En verdad hay todo un libro escrito basado en el Midrash (Bamidbar Raba13:13) que detalla como cada príncipe trajo cada item por su propia y especifica razón. Por ejemplo, el Midrash dice que cada uno trajo un bol de plata que pesaba 70 shekel y para un príncipe simbolizaba las 70 almas judias que bajaron a Egipto. Para otro representaba los 70 jueces del Sanhedrin. Para otro las 70 naciones del mundo. Para otro la edad de Abraham (70) en el Brit ben Habetarim (Pacto entre las partes, Bereshit 15), y asi sucesivamente. El hecho de que la Torá repite lo mismo 12 veces significa que aunque las ofrendas eran idénticas, cada una estaba sellada con su propio significado y sentido. Dice un Midrash sobre esta parashá que Di-s afirma: "Las ofrendas de los principes Me son tan queridas como la Canción que el Pueblo Judio canto junto al Mar". La comparación surge de la palabra "Ze" usada en ambas referencias: Shemot 15:2 y Bamidbar 7:17. Junto al mar Rojo varios millones de hombres, mujeres y ninios cantaron las alabanzas de Hashem y gritaron: "Ze Keli v-anvehu"(Este es mi Di-s y Lo glorificare). Pero el versículo en verdad deberia haber dicho Ze Kelenu (Este es nuestro Di-s). Como es que millones de personas pudieron afirmar que "Este es MI Di-s personal"? Junto al Mar Rojo, cada individuo vio la misma cosa, pero cada uno la experimento en forma diferente, al grado de decir "Este es mi Di-s personal". Y asi como lo del Mar Rojo fue una experiencia única y personal, asi tambien cada uno de los príncipes que trajeron una ofrenda única y personal.

Dentro de la estructura de leyes y preceptos dados por la Tora, cada judio posee una forma especial y única de servir a Di-s, siempre dentro de los lineamientos Divinos. El Rashba (Rabi Shlomo ben Aderet, Espania S XIII) decía que cada judio posee un particular conducto espiritual por el cual canalizar las enseñanzas de la Torá en una forma adecuada a su alma especial y única.

A través de la ley mosaica formamos esa diversidad mosaica que es el Pueblo Judio, pero por supuesto nunca fuera de las reglas. La Torá establece sus eternas e inmutables mitzvot para la expresión y la observancia judias, pero al mismo tiempo esta en nosotros el "buscar Su Presencia" individualmente con nuestros propios talentos y caracteristicas.


Segundo comentario - Un saludo para todos


"Buenos días, señorita" - decíamos los alumnos de aquel entonces, todas las mañanas cuando entrábamos al grado para aprender a escribir, a sumar y a tener buenos modales como el de saludar a las personas. Desde entonces tenemos asumido que "corresponde" - a quien pretende considerarse bien educado - saludar a toda persona conocida en cuanto lo vea. En esto coinciden plenamente los seres humanos de las más diversas extracciones, con la diferencia que su saludo puede variar en la forma de realizarse. Los militares tienen su propia venia y otros saludan con los gestos más diversos: algunos se besan, otros se inclinan respetuosamente a la distancia, otros aun se abrazan y se dan efusivas palmadas en la espalda, y otros poseen diferentes maneras o ademanes. En el idioma hebreo es corriente saludarse con la palabra Shalom, que sirve tanto para decir "hola" como para despedirse con el "chau". La palabra "shalom", sin embargo, no se reduce a una forma de saludo, sino que significa, a su vez "paz", y, aparte de eso, no por casualidad, es uno de los nombres y atributos del Todopoderoso. ¿Qué hay de todo eso? ¿Por qué se utiliza un nombre de D"s para saludarse y por qué precisamente con la palabra "paz"?

Para comprender esto, debemos aclarar que el saludo no es únicamente uno de los modales de cortesía, sino un deseo, o, mejor expresado en términos del judío creyente, un rezo (a D"s) por el bienestar del semejante. En ese significado, ni siquiera es necesario que el beneficiado se entere de los buenos augurios, pues se debe bregar por su dicha tanto si él lo sabe, o no. (En cierta oportunidad, R. Natan Tzvi Finkel sz"l, pasaba por la ventana de una casa y saludó en aquella dirección. Un alumno que lo acompañaba, se extrañó, pues no veía a nadie en la ventana. A lo cual le respondió R. Natan Tzvi: "Nunca entendí a la gente que sólo desea bien al prójimo, cuando el otro la ve...") Pues entonces, no existen verdaderamente los modales como una virtud en si. Los modales pertenecen a un juego de nuestro mundo occidental ficticio e hipócrita en el cual prima el concepto de "cómo quedar" por sobre el "cómo es". Lo que la Torá espera de la persona es que realmente desee bien al semejante de corazón, aun si aquel no sabe de sus buenas intenciones. La demostración pública y la manera visible del ademán del saludo es un acto adicional al deseo sincero y sirve para que el semejante sienta que está acompañado, pues eso también le da fuerza y ánimo en su tarea personal. Entenderemos entonces, porqué la mención del nombre de D"s en el saludo. Más que un gesto hacia el otro, nuestra plegaria en el momento de ver al amigo (o el que aún no lo es), está dirigida hacia D"s para que le colme con buenaventura. El hecho que entre todos los nombres de D"s se acostumbre utilizar "shalom", aquel que significa paz, integridad o armonía, es porque nada del mundo se puede realizar ni disfrutar, sin el beneficio de la paz y de la tranquilidad.

La forma de saludarse con el nombre de D"s no es nueva. En la lectura de Ruth, que se escucha en Shavuot, encontramos a Boaz que saluda a sus empleados que le están cosechando el campo con "Hashem imajem" = D"s con Ustedes, a lo cual éstos le responden "ievarejejá hashem" = que D"s te bendiga. A muchos que estén leyendo esto les sorprenderá saber que saludar a la gente es una obligación religiosa. A otros les costará aprender a realmente el desearle bien al otro. Lo segundo es indudablemente más difícil que lo primero. Pues la parte ostentosa del saludo, es cuestión de costumbre, mientras que cultivarse en la manera de anhelar permanentemente el bienestar del prójimo requiere un trabajo sobre las características humanas propias, que pocos están dispuestos a asumir.

Si analizamos la lectura semanal de este Shabbat, encontraremos que se le encargó a Aharón y a su descendencia la tarea de bendecir diariamente a los judíos. Es lo que conocemos por Bircat Cohanim (fuera de Israel, los Ashkenazim únicamente lo cumplimos en los días de fiesta). Uno se pregunta: ¿Por qué justamente Aharón? La respuesta la encontramos en su historia personal. Por qué mereció Aharón vestir sobre su pecho los Urim veTumim (nombres sagrados que formaban parte del pectoral que lucía el sumo sacerdote)? Contestan los Sabios: "Un corazón que se entera que su hermano menor fue agraciado con la tarea de convertirse en el mensajero Di-vino y líder del pueblo para extraer a los judíos de Egipto (en lugar de él mismo) y alegrarse de verdad sin ningún dejo de celos, se merece vestir este adorno...". Es más fácil solidarizarse con el dolor ajeno, que fraternizar o adherir a su alegría (aun más, cuando uno mismo no la posee). Aharón es entonces el paradigma de aquel que aspira por el bienestar de los demás. Por lo tanto, no hay nadie más digno de bendecir al pueblo que Aharón. ¿Qué nos enseña el Sabio Hillel y nos exige que aprendamos de Aharón? "Ama la paz, busca la paz, ama a las personas y las acerca a la Torá" (Pirkei Avot 1). En la misma época de Hillel vivió otro famoso Sabio, llamado Shamai. Ambos fundaron importantes Ieshivot mencionadas a lo largo del Talmud. ¿Qué nos legó Shamai en su enseñanza? "Hevé mekabel et kol adam besever panim iafot" = recibe a toda persona con un buen semblante. No alcanza con sólo saludar. Se nos demanda tenerlo en cuenta y darle la debida consideración e interés ("besever"). A su vez se nos pide que se lo vea con el contacto facial, es decir: aproximarse a él y no atender a sus necesidades de reojo ("panim").

Por último se habla de "iafot" = radiante. Es decir que la cara que ven los demás debe ser alegre y con una sonrisa. La expresión de un rostro alegre contagia a los que lo rodean y hasta puede cambiarle el día a nuestros seres queridos. Es más, en muchas instancias la alegría del semblante puede quitar los habituales prejuicios y resquemores que surgen entre los seres humanos por los malos entendidos que suelen ocurrir por error o por el hecho que dos personas tienen diferencias de opinión en algún ámbito. Por otro lado, los Sabios de Mussar, el estudio minucioso de rectificación de la conducta propia, consideran que la exhibición notoria de una cara triste es equivalente a la ley de "bor birshut harabim", una foza peligrosa cavada de manera irresponsable en un lugar de tránsito público catalogada como acto sancionable en la Torá. El saludo diario hace sentir importante al oyente. Se cuenta acerca de R. Iojanán ben Zakai, uno de los Tanaím más importantes de la Mishná, que nunca una persona le adelantó el saludo, aun un desconocido en el mercado (tratado Brajot 17).

El Talmud es aun más severo con aquel que no responde al saludo y lo considera como que "roba a un menesteroso", pues lo único que es posible quitarle al pobre que carece de todo lo material es el saludo que se le debe como ser humano. La cualidad que acabo de citar del Talmud acerca de R. Iojanán ben Zakai, caracterizó a todos los Sabios de la Torá en todos los tiempos. Yo tuve el privilegio de conocer a muchos e invariablemente mostraban alegría al saludar aun cuando yo era un extraño desconocido para ellos.

El R. Arye Levin sz"l, quien visitaba regularmente las cárceles de Israel se distinguió en esta meritoria actitud. Cuenta uno de los presos: "En uno de los Shabatot de 5499 (1939), vi a R. Arye que estaba saludando y conversando con un asesino (preso) de quien era difícil pensar que le quedaba algo del "semblante Di-vino", me asombré y sospeché de la actitud de R. Arye quien estaba dispuesto a dispensar su amor a un homicida de su propia esposa, madre de sus hijos... "Al día siguiente, cuando me estaba quitando los Tefilín y el Talit, se me acercó aquel individuo y me solicitó que le prestara estos objetos sagrados. Dudé, conociendo el pasado de este hombre, pero dado que insistió, consentí en dárselos. Se colocó el Tefilín y comenzó a rezar del Sidur.

Se me acercaron varios presidiarios para castigar a aquel hombre. "¿Desde cuándo este hombre dice Tefilá (rezo)? Seguro que se debe estar burlando de los objetos sagrados de nuestra religión!" Como demostración, aludieron a que se había colocado el Tefilín sobre la mano derecha (en lugar de la izquierda, como se debe hacer). "Dado que sabía que eran capaces de cualquier atrocidad, les pedí tiempo para analizar el tema. Cité al "interesado" y en confianza le pregunté por qué se había colocado el Tefilín de manera indebida. A lo cual me respondió emocionado: "Entendé, luego de la visita de R. Arye, reflexioné todo aquel día sobre mis acciones y decidí arrepentirme de mis crímenes. Sentí la urgencia de rezar. Pero... ¿cómo iba a colocar el Tefilín sobre mi mano izquierda que está impura por derramar sangre inocente? Por otro lado, la derecha aún está pura...". "En aquel momento, comprendí la fuerza espiritual de nuestro maestro que lograba extraer las chispas sagradas del alma aun del propio barro." Esta historia es auténtica. También la de R. Iojanan ben Zakai y la de Aharón. Cuánto nos queda por aprender! Por lo pronto, podemos saludar con respeto, cordialidad y afecto.

Daniel Oppenheimer


Tercer comentario - De quién es todo eso?

Hay un conjunto de versiculos algo misteriosos en la perasha de esta semana: "Y cada ofrenda de todo lo sagrado de los hijos de Israel que acercaren al Kohen (Sacerdote), de el sera. Lo sagrado de un hombre de el sera, y lo que un hombre da al kohen sera suyo". (Bamidbar 5:9-10)

Este versiculo tiene tantas interpretaciones midrashicas y homileticas! Aun despues de que Rashi, el gran maestro de la explicacion de la Tora, aclara el simple significado del versiculo, afirma el que existen variadas interpretaciones de fuentes midrashicas. Obviamente esto necesita de una profunda interpretacion. Para que fin dare mi contribucion? Que quiere decir la Tora con eso de que "la ofrenda sagrada de un hombre, de el sera". Como puede ser lo sagrado suyo? Y que quiere decir sagrado de todos modos?

Despues de todo, cuando uno dedica ofrendas al Templo, ya no son mas "sus" cosas sagradas, ya pertenecen al Templo. Una placa podria quizas aceptarse como reconocimiento, pero ciertamente que eso no es un certificado de titularidad. Si el versiculo se esta refiriendo a los articulos sagrados que posee un individuo, en ese caso parece tambien demasiado redundante: las posesiones de una persona son por supuesto suyas!

Hace algunos años, una ieshiva invito para su ceremonia de comienzo de cursos a cierto senador del estado norteamericano de Delaware para que ofreciera una conferencia. El senador fue invitado en razon de que era un buen amigo de un famoso filantropo y miembro de la comunidad local, ademas de buen amigo de la escuela. Despues de la ceremonia, un rab tuvo el privilegio de viajar con el senador y el hombre rico en la lujosa limousina de este ultimo. Se trataba de un vehiculo suntuoso y apropiado para llevar a los altos dignatarios y hombres de negocios que solian frecuentar al acaudalado businessman. Luego de andar por un rato discutiendo de todo, desde politica de Israel hasta temas concernientes a la educacion, algo en un rincon de atrás de la limousina llamo la atencion del rabino. Se trataba de un estuche de tefilin, una bolsa de terciopelo que contenia las sagradas filacterias que su dueno habia apoyado contra un rincon del parabrisas trasero. Sobresaliendo de la bolsita se veian los retzuot, las sagradas correas que unen al hombre judio con su Creador en el ritual diario. El rabino estaba sorprendido y perplejo al mismo tiempo. No estaba ni siquiera seguro de que el hombre guardara el kashrut (leyes de alimentos aptos segun la Tora). Sin embargo los tefilin estaban justo ahí, casi expuestos a la vista de todos, en la misma limousina en que se cerraban asuntos multimillonarios con prominentes hombres de negocio y se discutian importantes asuntos con prominentes estadistas.

Unas semanas mas tarde, el rabino visito al acaudalado filantropo en su oficina. Fue alli donde salto la pregunta. "No consigo llegar al punto. Por lo que yo entiendo, Ud. no es observante y su vehiculo constituye apenas un lugar de recepcion de rabinos. Sin embargo Ud. guarda sus tefilin en su auto, a la vista de todo el mundo. Por que?".

Su limpia respuesta resuena hasta ahora en los oidos del rabino. "Cuando yo viajo llevo mis cosas. Esos tefilin son mis cosas".

La Tora emite un profundo decreto que define no solo lo que tenemos sino tambien quienes somos. Aquellos de nosotros que pensamos que la vida, con todo lo completa que pueda parecer, con todo lo suculento que puedan gustarse los platos que ella sirve, no es mas que un fugaz momento en la gran escala de la infinita eternidad... que somos y que tenemos!

La Tora nos dice que, despues de que todos los "partidos" sean jugados y la multitud se retire del repleto "estadio", tendremos solo una cosa: nuestras cosas sagradas. SON NUESTRAS. Los automoviles se rompen, las computadoras se destruyen, los satelites explotan, las fortunas decrecen y la fama vale tanto como el diario de ayer. Solo las cosas sagradas que hacemos, solo nuestros actos espirituales, sean en la relacion con nuestros semejantes o con nuestro Creador, ESO permanece. Esas cosas sagradas son nuestras! Siempre nos perteneceran. Es lo que nos acompania al viajar y eso es lo que podremos llevarnos. En este mundo y en el proximo.

Cuando empezaremos a cumplir mas mitzvot?

(Basado en Rab M.Kamenetzky)

COMO EL KADISH PUEDE APRESURAR LA LLEGADA DEL MASHIAJ

En una ocasión, el Jafetz Jaim llamó a cierta persona para demostrarle el dolor de la Shejiná. Le dijo: “Te daré una gran suma de dinero si puedes encontrar un judío tan pobre que no tenga ni siquiera una silla donde sentarse”. Poco después, el hombre regresó. Dijo que ciertamente había encontrado varios judíos muy pobres, pero no pudo encontrar ninguno en un estado de pobreza tan extrema.

Entonces el Jafetz Jaim le explicó: “Debes saber que el Santo, Bendito es El, es más pobre que todos los indigentes que has encontrado. Su silla (Su Trono) no estará completa hasta la llegada del Mashiaj, al igual que la morada de Su Shejiná (véase Rashi en Shemot 17:16). Mientras tanto, Hashem gime de dolor, incapaz de descansar en paz”.

El dolor que siente Hashem por nuestra causa supera el poder de la comprensión humana. Sin embargo, hay algo que Le brinda inmensa alegría. Cuando Hashem nos escucha responder Amén Yehé Sheméh Rabá, su Misericordia se despierta intensamente, y Él desea redimirnos del exilio.

¿Y por qué el Yehé Sheméh Rabá surte un efecto tan poderoso? Cuando decimos Yehé Sheméh Rabá, estamos suplicando a Hashem que Su Nombre (yud-hey) se vuelva rabá, grande. ¡Es una plegaria para que el Nombre “incompleto” se convierta en el grandioso Nombre Inefable (de cuatro letras)! Porque este magnífico Nombre solamente será revelado cuando llegue el Mashiaj y el mal sea erradicado de este mundo.

Cuando respondemos fervientemente Yehé Sheméh Rabá, estamos mostrando que lloramos por el sufrimiento de la Shejiná. Expresamos que sentimos el dolor de la Shejiná en el exilio y pedimos que toda la humanidad reconozca que Él es Uno y Su Nombre es Uno.

Es esto lo que despierta la misericordia de Hashem y por eso mismo Él desea redimirnos.

Cuanto más sintamos, cuando más anhelemos, más nos estaremos acercando a la Redención Final

martes, 18 de mayo de 2010

SHAVUOT: Una Noche Maratónica de Torá


¿Qué significado tiene el estudio de la Torá para el Pueblo Judío? Y ¿vale realmente la pena quedarse despiertos toda la noche?

Es tradicional en Shavuot quedarse despiertos toda la noche estudiando Torá. ¿Por qué? Porque ésta es una declaración de nuestra prioridad: ¡La Torá vale estar despiertos toda la noche!

El estudio de la Torá está considerado como la más importante de todas las mitzvot, porque abre la puerta a la observancia de otras mitzvot. El Talmud dice (Shabat 127a): "El estudio de la Torá es equivalente a la suma total de todas las otras mitzvot".

El Rabino Emanuel Feldman, en su libro "On Judaism" (Sobre Judaísmo) (Shaar Press, 1994), explica maravillosamente la importancia del estudio de la Torá:

El estudio de la Torá es una mitzvá específica en Deuteronomio 6:7 (que recitamos diariamente en Shemá): "Deberás enseñarles cuidadosamente a tus hijos" –con lo que nos ordena transmitir la Torá a la generación siguiente... "y deberás hablar de ellas (palabras de Torá) mientras estés sentado en tu hogar, mientras camines en el camino, cuando te vayas a acostar y cuando te levantes" – con lo que nos ordena estudiar Torá. Esta necesidad de dedicarnos a conocer la Torá, trabajar sobre ella, esforzarnos por comprenderla, darle primera prioridad – se repite una y otra vez a lo largo de la Biblia...

Nuestra historia nos demuestra que en el momento que el estudio de la Torá es descuidado, se abre el camino hacia la asimilación del Pueblo Judío en los pueblos que le rodean. Sin equivocación, históricamente, cada comunidad judía que no enseñó ni estudió Torá como su primera prioridad gradualmente desapareció de la escena.

Más allá de todos los buenos motivos racionales, la Torá es el puente misterioso que conecta a los judíos con Dios, a través del cual ellos interactúan y se comunican, y por medio del cual Dios cumple con Su pacto con Su pueblo de mantenerlos y protegerlos.

Por ello no es sorprendente que el estudio de la Torá sea tan central para nosotros. Es la primera bendición que un recién nacido recibe: "...así ingrese a la Torá, al palio nupcial, y a las buenas acciones". El libro de rezos está lleno de peticiones a Dios para ayudarnos a entender Su Torá...

Esto explica porqué, en una comunidad judía tradicional, el que es respetado y mirado con mayor admiración es el erudito de Torá – no el artista, o el atleta...

Cuando estudiamos Torá, no estamos estudiando un texto abstracto y arcano del mundo antiguo. Estudiamos el camino que Dios quiere que vivamos en esta tierra... (Nosotros) estamos de hecho ocupados en descubrir la esencia del judaísmo, en otras palabras, la esencia de nosotros mismos.

Como un Pez Fuera del Agua

A través de los tiempos, los judíos han realizado tremendos sacrificios personales para no perder el estudio de la Torá. El Talmud describe el destino de Rabi Akiva:

En el siglo primero, los romanos intentaron aniquilar al judaísmo e hicieron que el estudio de la Torá fuese ilegal. Rabi Akiva no pudo soportar la idea de abandonar la Torá, así es que juntó a sus discípulos y les enseñó Torá. Pappus ben Yehudá vino y encontró a Rabi Akiva enseñando Torá públicamente. Él le preguntó: "Akiva, ¿no tienes temor del gobierno?".

Rabi Akiva contestó: "Se lo voy a explicar con una parábola:"

Un zorro iba una vez caminando a lo largo de un río, y vio peces pululando de un lado a otro. El zorro les dijo: "¿De qué están escapando?".

Los peces contestaron: "De las redes de los pescadores".

El zorro dijo: "¿Les gustaría venir a la tierra seca?".

Los peces contestaron: "¿Son ustedes los llamados animales más inteligentes? ¡Ustedes son tontos! Si tenemos miedo en el elemento en que vivimos ¡Cuánto más tendremos en el elemento en que moriremos!".

Rabi Akiva explicó: "Así es también con los judíos. Está escrito: ‘(La Torá) es tu vida y el largo de tus años'. Si la descuidamos, cuanto peor estaremos".

Muy pronto, Rabi Akiva fue arrestado y puesto en prisión, y Pappus ben Yehudá también fue arrestado y encerrado junto a él. Rabi Akiva dijo: "Pappus, ¿Qué estás haciendo aquí?". Él contestó: "¡Afortunado eres, Akiva, que has sido atrapado por mantenerte ocupado con la Torá! ¡Infortunado Pappus, quien ha sido agarrado por mantenerse ocupado con cosas ociosas!". Los Romanos ejecutaron a Rabi Akiva a través de rasgar brutalmente la piel de su cuerpo con tenedores de hierro. Mientras él era torturado, Rabi Akiva alegremente recitaba el Shemá –"Escucha Oh, Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor es Uno".

Sus perplejos alumnos preguntaron, "Rabino, ¿cómo puede usted alabar a Dios en medio de esta tortura?".

Contestó Rabi Akiva: "Toda mi vida creí que una persona debe dar el 100 por ciento a Dios. ¡Ahora que tengo la oportunidad, yo alegremente lo hago!".

Por supuesto que Rabi Akiva quería vivir. Pero para él, la vida sin Torá no valía la pena ser vivida. Es como esperar que un pez viva sin agua. Como el Talmud señala: "Una voz resonó del cielo y proclamó: ‘Afortunado eres tú, Akiva, quien murió mientras pronunciaba el Shemá'".

De hecho, la Torá es la esencia del Pueblo Judío, nuestra propia vida y alma. Sin ella, literalmente no tenemos existencia.


¿Que Paso en el Monte Sinai?: Tablas para la Vida


Comparando las dos tablas: una contiene obligaciones hacia Dios, la otra contiene obligaciones hacia la gente.

La Torá contiene 613 mandamientos. Pero en el Monte Sinai – la única ocasión en la historia en que el Pueblo Judío en su totalidad tuvo un encuentro cara a cara con D-os – D-os eligió enfatizar 10.

Los primeros dos de los Diez Mandamientos fueron escuchados directamente de la boca de D-os, sin Moisés como intermediario, mientras que los otros ocho fueron escuchados a través de Moisés.

De acuerdo a muchos comentaristas, el primero no es realmente un mandamiento, sino que tiene la naturaleza de una afirmación introductoria a todos los mandamientos. Pero hay un común denominador especial que unifica estos 10, y los aparta de todos los demás; son los únicos mandamientos que aparecen en las "Tablas de la Ley".

La importancia de ser inscritos en las tablas es explicada por Moisés de la siguiente manera:
"Él (D-os) te dijo a ti su pacto que Él te ordenó cumplir, las 10 declaraciones, y las inscribió en dos tablas de piedra". (Deuteronomio 4:13)

Estas 10 declaraciones tienen un doble aspecto. Aparte de ser mandamientos por sí mismos, como el resto de los 613, ellos constituyen un pacto especial entre D-os e Israel. Nos referimos a ellos en la Hagadá de Pesaj como las "Dos Tablas del Pacto". Es el aspecto de pacto el que proponemos explorar en este ensayo.

El Pacto

Un pacto no es un lazo místico y espeluznante, sino simplemente un término elegante para un contrato. Todo contrato es un acuerdo negociado entre dos partes. En general, cuando se llega a tal acuerdo, se certifica y cada una de las partes recibe una copia notariada para que tengan un registro de sus derechos y obligaciones en el contrato. Al describir los Diez Mandamientos como un pacto, la Torá nos informa que las tablas representan una copia del acuerdo contractual entre D-os y el Pueblo Judío. Las tablas que recibimos en Sinai constituyen la copia notariada de Israel.
Pero esta parece ser una alarmante idea. ¿En qué sentido pueden mandamientos, que básicamente son órdenes emitidas por D-os, ser descritas como acuerdos negociados?

Para entender mejor el aspecto contractual de estos mandamientos, revisemos el proceso de negociaciones que llevó a su culminación.

La Oferta

Cuando Moisés subió al monte por primera vez, después de que el Pueblo Judío acampó a sus pies, D-os envió a Moisés de regreso a los judíos con el siguiente mensaje:
Ustedes han visto lo que hice a Egipto, y que los transporté en las alas de águilas y los traje a Mí. Y ahora, si Me obedecen y cumplen Mi pacto, ustedes serán para Mí el más amado tesoro de todos los pueblos, porque Mío es el mundo entero. Ustedes serán para Mí un reino de sacerdotes y una nación santa (Éxodo 19:4-6).

Este discurso contiene la oferta de D-os.

Najmánides explica qué está siendo ofrecido: El mundo entero pertenece a D-os, pero Él puso a las otras naciones bajo las reglas de ángeles. Un "amado tesoro" es algo que uno nunca deja que escape de la vigilancia propia y cuidadosa. D-os ofreció al Pueblo Judío Su atención personal. Él por Sí mismo atenderá los asuntos del Pueblo Judío, en vez de entregarlos a la jurisdicción de ángeles como hace con otras naciones.

Pero esta oferta de jurisdicción Divina personal, contiene en realidad dos partes. Aparte de la promesa de cuidado en este mundo, también ofrece una entrada al mundo venidero. Porque un objeto preciado nunca pierde su valor, y permanece por siempre precioso. Alguien preciado para D-os, quien es eterno, se quedará con D-os para la eternidad. Si Israel acepta la oferta de D-os y se convierte en su objeto preciado, eso inmediatamente extiende el trato al dominio de lo eterno.
Estas dos ideas están contenidas en las dos frases "un reino de sacerdotes", una referencia a este mundo, y "una nación santa", que es una referencia al mundo venidero. Noten que la palabra "santo" en hebreo siempre implica separación de lo físico. Por lo tanto, una "nación santa" es una nación en un sentido no-físico, una nación de otro mundo.

La Aceptación

Moisés vino y convocó a los ancianos del pueblo, y puso frente a ellos todas estas palabras que D-os le había ordenado. Todo el pueblo respondió junto y dijo, "¡Todo lo que D-os ha dicho nosotros haremos!" (Éxodo 19:7-8).

Este versículo describe la aceptación del Pueblo Judío a la oferta de D-os.

Moisés presentó la proposición a los ancianos para que ellos circularan entre el pueblo, obtuvieran sus reacciones y deliberaran la respuesta, pero el pueblo se adelantó a este proceso de deliberación declarando entusiasta su aceptación inmediata y unánime con una sola voz.

Los judíos obviamente pensaron que esta era una excelente oferta. Ellos aceptaron inmediatamente sin deliberación previa. Pero debe haber fuertes condiciones implicadas.

De hecho las hay – las condiciones son los mandamientos mismos.

Para entrar al pacto debes aceptar los Diez Mandamientos. ¿Pero qué es tan difícil de estos mandamientos? Una lectura superficial no muestra nada controversial o difícil de cumplir.

La lógica nos dirige a una mirada más profunda de estos mandamientos para una respuesta.

Es inmediatamente aparente que están divididos en dos partes. Efectivamente la tradición judía enseña que hay dos tablas: 1) una correspondiente a las obligaciones hacia D-os, y 2) otra compuesta de las obligaciones hacia el prójimo. Pero si las examinamos más de cerca podemos ver que están relacionadas.

Refirámonos a las dos tablas, por el bien de la simplicidad, como la tabla de D-os y la tabla del Hombre, y veámoslas en pares.

Yo Soy D-os / No Matarás

El primer mandamiento en la tabla de D-os es la aceptación de D-os como nuestro gobernante. Él nos sacó de la esclavitud de Egipto para que podamos convertirnos en Sus sirvientes en vez de ser los sirvientes del Faraón. Paralelo a este mandamiento en la tabla del Hombre, encontramos el mandato en contra del asesinato. La implicancia es clara. El acto de asesinato representa una violación en espíritu del primer mandamiento en la tabla de D-os.

Quienquiera que derrame sangre de hombre, por el hombre será derramada su sangre; porque a la imagen de D-os Él hizo al hombre. (Génesis 9:6)

La prohibición en contra del asesinato está basada en el hecho de que el hombre es la imagen de D-os. Cuando tomas una vida humana estás destruyendo la imagen de D-os.

Y si un hombre comete un pecado cuya sentencia es la muerte, deberá morir y lo colgarás en la horca. No dejarás su cadáver durante la noche en la horca, sino que ciertamente lo sepultarás ese mismo día, ya que un colgado es un insulto a D-os... (Deuteronomio 21:22-23)

El Talmud (Sanedrín 46b) dice que asesinar a un ser humano es semejante a asesinar el hermano gemelo de D-os. No puede imaginarse una violación más grande del espíritu del primer mandamiento en la tabla de D-os.

No Tendrás Otros D-oses / No Cometerás Adulterio

El segundo mandamiento en la tabla de D-os es el mandato en contra de la idolatría. En la tabla del Hombre encontramos el mandato en contra del adulterio.

El mandato contra los ídolos es una prohibición acerca de obtener la gratificación de D-os contra Su voluntad, obteniéndola de segunda mano. El idólatra quiere obtener una porción de la gratificación Divina, pero no de acuerdo a la política de D-os. Como parte de la concesión del libre albedrío al hombre, D-os hace esto posible.

La institución del matrimonio, cuya santidad es violada por el pecado del adulterio, es el regalo de D-os en contra de la soledad. El símbolo humano del amor que extingue la soledad es la mujer.
D-os explicó la creación de la mujer de la siguiente forma:
No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayudante correspondiente a él. (Génesis 2:18)
D-os hizo esto partiendo al ser humano en dos, curando así la existencial angustia de la soledad. Ambos el hombre y la mujer, comparten este regalo igualitariamente, pero ella es el símbolo de la curación Divina. En el esquema de D-os cada matrimonio es formado con la idea de que cada miembro de la pareja es el complemento del otro.

El adulterio es tomar este regalo Divino e ir en contra de la política y el deseo de D-os. Esta cura para la angustia humana estaba dirigida a un receptor diferente. De esta forma el adulterio es semejante a la idolatría.

No Jurarás en Vano / No Robarás

El tercer mandamiento en la tabla de D-os es la prohibición contra los falsos juramentos, que está en paralelo a la prohibición del robo en la tabla del Hombre.

D-os es la fuente de toda realidad. Sustituir la realidad que D-os estableció por una realidad falsa es una perversión del trabajo de D-os. El falso juramento es una afirmación de que D-os está asociado con una realidad que Él no pretendía.

Así como D-os es la fuente de toda realidad, Él es la fuente de toda gratificación. Algo destinado para Rubén no puede sustentar a Simón. Si D-os lo destinó a Rubén, la apropiación de Simón de eso es también una perversión de la verdadera realidad.

Si no fuera por el hecho de que la conexión de D-os con la realidad está oculta por la naturaleza para permitirle al hombre libre albedrío, nadie podría estirar su mano para tomar lo que le pertenece a otro. La mano se estiraría y el objeto robado desaparecería tan pronto como llegara a las manos equivocadas.

Cuiden el Shabat / No Darás Falso Testimonio

El cuarto mandamiento en la tabla de D-os es la observancia del Shabat. En su paralelo en la tabla del Hombre está la prohibición de dar falso testimonio.

La observancia del Shabat es un testimonio de la creación de D-os. Si D-os es el creador, Él es también la fuente de todo el poder creativo en el mundo. Todo lo que el hombre crea y consigue es en realidad una canalización del poder creativo de D-os. Si el mundo no estuviese diseñado para ocultar la presencia de D-os, para concederle al hombre libre albedrío, las leyes de Shabat serían una representación exacta de la creación. Sólo D-os crea; el hombre apenas disfruta de la gratificación del poder creativo de D-os.

La falta en la observancia del Shabat es un acto de falso testimonio. Este falso testimonio afirma que hay un mundo no creado, sin propósito y sin destino final.

Levantar falso testimonio contra el prójimo pone al prójimo en un mundo que no fue creado por la canalización del poder creativo de D-os. El falso testigo creó este universo alternativo en su testimonio. Por ende, la falta de observancia de Shabat y el levantamiento de falso testimonio son paralelos exactos.

Honra a Tus Padres / No Codiciarás

El último mandamiento en la tabla de D-os es respetar a nuestros padres. En paralelo a este mandamiento, en la tabla del hombre está la prohibición contra codiciar la mujer del vecino o cualquier cosa perteneciente a tu vecino.

En vez de comenzar con la tabla de D-os y luego pasar a la del hombre, tomemos el camino opuesto en este caso.

Ibn Ezra hace una provocativa pregunta sobre la prohibición de codiciar: ¿Cómo es posible ordenarle a una persona a no desear algo que es inherentemente deseable?

Podemos comprender fácilmente la prohibición de materializar deseos ilícitos en la vida real, pero estas prohibiciones con respecto a la materialización ya están mencionadas en las primeras cuatro prohibiciones de la tabla del Hombre. ¿Cómo podemos relacionarnos con esta prohibición contra el deseo mismo?

Ibn Ezra responde con una metáfora. Por las reglas de la naturaleza humana, el campesino codicia a la esposa de su compañero campesino y no a la hija del rey. Cuando ve a la princesa pasar en su carruaje, incluso si la encuentra hermosa, él no la codicia. Ella está más allá de su alcance. Cualquier pensamiento que pueda tener sobre ella son más que deseos realizables, puras fantasías.

Si una persona está correctamente orientada en el mundo, todo aquello que pertenece a otra persona está en la misma relación con él como la inalcanzable princesa al campesino. D-os le da a cada uno las cosas que necesita tener para conducir exitosamente sus vidas. No son las circunstancias las que determinan que tiene cada persona; sino que es determinado por decisiones Divinas, que están basadas en consideraciones racionales sobre que es beneficioso.

Si las cosas que yo deseo están dentro de mi alcance permitido, entonces tengo derecho a asumir que D-os las puso ahí a propósito, porque realmente las puedo usar para alcanzar las metas que Él puso para mí. Si no están dentro de mi alcance permitido, debo concluir que ellas no son buenas para que yo las tenga y mi única relación con ellas es el inofensivo mundo de fantasía de mi imaginación.

Codiciar cosas que pertenecen a otras personas es la señal de peligro más clara de que la vida está fuera de foco. En el mundo de acuerdo a los Diez Mandamientos, cada persona es única ante los ojos de D-os; cada persona es un socio en el pacto. Cada uno de estos socios vive en su propio mundo, rodeado de las cosas que él necesita específicamente para poner a prueba su compromiso hacia la relación de sociedad del pacto, y para ayudarlo a crecer en la totalidad de su potencial como socio de D-os.

El mundo no es una jungla en la que todos competimos por el mismo premio, que correctamente pertenece de acuerdo a la ley de la jungla al más rápido y capaz. En un mundo como ese, cualquier cosa que otro tenga, es una clara posibilidad para mí también, especialmente si me considero a mi mismo más adecuado. En el mundo de la jungla está permitido codiciar cualquier cosa sin importar lo que sea. Siempre y cuando vayas quitando las cosas de las manos de su dueño actual en formas que la sociedad no prohíbe, no estás haciendo nada malo. La persona que codicia está viviendo en el mundo equivocado.

Volviendo a la tabla de D-os, encontramos la misma idea expresada en el mandamiento de honrar a los padres. Este mandamiento no tiene nada que ver con el respeto y la gratitud convencionales. Para la mayoría de nosotros quienes hemos tenido la buena fortuna de ser criados en hogares normales y amorosos, los sentimientos de gratitud hacia nuestros padres son una parte inseparable de nuestra visión del mundo. No hay necesidad de reforzar la naturaleza humana a través de mandamientos. Pero el honor referido aquí es un tema totalmente diferente.
El honor es asignado en base a lo que consideras importante en la vida, no en base a la gratitud. Cada persona siente la atracción de los desafíos del mundo esperándonos ahí afuera. El atractivo de ideas nuevas y estilos de vida diferentes es una fuerza muy poderosa entre todos nosotros. Tendemos a tratar condescendientemente al mundo de nuestros padres, como si estuviera fuera de moda o fuera antiguo. Sentimos la necesidad de abrir nuestras alas y volar en nuevas direcciones.

Pero el mundo en que D-os nos puso es el mundo de nuestros padres. Tres compañeros unen fuerzas en la creación de una persona: D-os, el padre y la madre (Talmud, Nidá 31a). D-os no elige sus compañeros al azar. Si el seleccionó a estos compañeros en particular, Él quiere que el niño esté sometido a su mundo. Los valores transmitidos por nuestros padres crean el trasfondo de nuestra vida, seleccionado por D-os mismo. Los padres deben ser honrados, no meramente amados.

Codiciar lo que pertenece a otro y no honrar a nuestros padres tienen la misma fuente en común, la creencia de que uno está en el mundo equivocado.

En Conclusión

El tema predominante en las tablas es que es imposible separar nuestras interacciones con las otras personas de nuestras interacciones con D-os. En el mundo del pacto, donde Israel se convierte en un pueblo de sacerdotes y en una nación santa, la santidad de D-os se propaga para abarcar todos los aspectos de la vida. No hay escapatoria de Él.

El pacto no se trata de la obediencia a las órdenes de D-os, o la adopción de ciertas costumbres y prácticas. El pacto se trata de la voluntad de habitar un mundo común y compartido con D-os, donde cada aspecto y relación en la vida está influida por el hecho de que tiene lugar en Su abarcadora presencia. Para alguien que desea vivir en su propio espacio, el pacto es una carga intolerable.

Resulta que la oferta de D-os de hacernos un pueblo de sacerdotes y una nación santa es una espada de doble filo. Ya que también debemos estar dispuestos a convertirnos en un pueblo de sacerdotes y en una nación santa. Esto supone habitar un mundo donde es imposible trazar líneas distintivas entre las áreas designadas como sagradas, y aquellas que pueden ser consideradas seculares o comunes.

Nos convertimos en aquellos sacerdotes sagrados sólo al permitir que las dos tablas de la ley converjan en una sola estructura de pacto. Las condiciones relacionadas a la oferta de D-os son las cadenas que atan lo secular y lo sagrado para formar un sola y coherente vida.

lunes, 17 de mayo de 2010

Rut y la Reencarnación


Entre los temas del Libro de Rut hay una trama secundaria fascinante con una estructura mística que toca el tema de la reencarnación y la trasmigración de energías espirituales.

La historia comienza con Elimelej, Naomi y sus dos hijos, Majlón y Kilyón, yéndose de la hambruna que atacó a Betlehem hacia la diáspora de Moab. Elimelej muere poco después de la partida; nuestros Sabios explican que su muerte fue una consecuencia espiritual de haber cerrado su mano hacia los pobres y abandonar la Tierra de Israel. Sus hijos, sin embargo, no se dan cuenta de la indicación, y continúan por el camino errado casándose con las princesas moabitas, Orpa y Rut.

Majlón y Kilyón llevaban casados casi 10 años, cuando ambos mueren por razones espirituales, sin dejar hijos. Naomi, desolada, decide regresar a Betlehem. Ella besa a sus dos nueras y se despide. Orpa regresa a la casa de su madre moabita, pero Rut pronuncia sus famosas palabras: "... Donde tú vayas, yo iré, y donde tú duermas, yo dormiré. Tu pueblo es mi pueblo, y tu Dios es mi Dios..." (Rut 1:16).

Después de un largo viaje a pie, las dos mujeres llegan a Betlehem. Rut, como los pobres de Israel, comienza a recoger los tallos de cebada que quedan en los campos, para alimentar a su suegra y para sí misma. El comportamiento modesto de Rut la destaca sobre otros recolectores y llama la atención de Boaz, el anciano dueño del campo. Boaz comparte el almuerzo con Rut, y la invita a continuar recolectando en su campo.

Cuando Naomi se entera de la interacción de Boaz con Rut, le explica a Rut el concepto de matrimonio por levirato y le indica que Boaz está en la línea de los posibles parientes para liberarla.

Es ahí donde la trama secundaria comienza. El matrimonio por levirato (yibum) es una mitzvá que recae sobre el hermano de un hombre casado que muere sin haber tenido hijos. A fin de mantener tanto el alma del difunto como sus activos dentro de la familia, el hermano (u otro pariente cercano) es obligado a casarse con la viuda y recobrar las propiedades de su hermano. El primero de sus hijos será contado como un descendiente del difunto y heredará todo.

¿Cómo opera esto? ¿Cómo la simiente de un hombre produce un hijo de otro hombre?

La Rebetzin Tehilla Jaeger enseña que como en este mundo lo físico está inextricablemente entrelazado con lo espiritual, junto con la transferencia de material genético es también transmitida la "genética" espiritual. Los greco-sirios entendieron esta idea y la explotaron cruelmente. Durante el período en que la historia de Januká sucedió, se le requería por ley a una novia judía someterse a los placeres del gobernador griego antes de permitírsele casarse. Ese fue el intento de los helenistas de usar las fuerzas espirituales inherentes en su simiente para entrometerse en la nación judía desde adentro. Ellos entendieron que, aunque ella no concibiera en su noche con el gobernador, su energía permanecería dentro de ella y se manifestaría en su descendencia. De esta forma los greco-sirios tenían la esperanza de apresurar la helenización de los judíos.

Llevando este concepto un paso adelante, Najmánides explica que el matrimonio por levirato es en realidad un vehículo para la reencarnación. La reencarnación ocurre cuando Dios da a un alma una segunda oportunidad para cumplir con su destino. Ocasionalmente, un alma no cumple con lo que le fue destinado lograr al ser enviada a la tierra. Si el alma logra una masa crítica de su objetivo, pero no llegó ni cerca de su potencial, entonces Dios puede darle una oportunidad adicional. A veces Dios hace esto después de que el cuerpo muere por "causas naturales", mientras que a veces Él causa una muerte "prematura" y sacar rápidamente al alma fuera del cuerpo antes de que se cause mayor daño a sí misma. En ambos casos, Dios le permite nacer de nuevo para tener un nuevo comienzo.

Pero el alma antigua no puede estar cómoda en cualquier cuerpo nuevo; el emplazamiento de un alma en un cuerpo específico es coordinado cuidadosamente. Cada cuerpo físico es construido en forma precisa para ser el mejor contenedor para cada alma que alberga. El alma de un esposo fallecido estará mejor en un cuerpo que sea lo más parecido genéticamente al cuerpo previo. Místicamente, esto se logra de la mejor forma a través de la simiente del difunto. Crear este vehículo para el alma del difunto es considerado un acto de bondad.

¿Y qué sucede si la viuda o el hermano del difunto no quieren entrar en esta relación? Se realizada ante un tribunal rabínico una ceremonia llamada jalitzá. El hermano del difunto se quita el zapato de su pie, y su nombre es llamado "la casa del que tuvo su zapato removido". Esto ocurrió en la historia de Rut. El pariente más cercano disponible para rescatar la herencia de Majlón rehusó casarse con Rut, temiendo manchar su linaje casándose con una moabita conversa. Su comportamiento fue visto con tanta negatividad que los versos se refieren a él utilizando el seudónimo "Plony Almony" (el equivalente judío a "fulano de tal") con el fin de deshonrarlo al no incluir su nombre en la historia. ¿Pero por qué someter al hermano que se niega a casarse con la viuda a una ceremonia tan extraña de sacarse un zapato? ¿Cuál es la relación entre los zapatos y el matrimonio?

Los Cabalistas comparan el cuerpo a "la suela del alma." Igual como una persona quisquillosa necesita zapatos para proteger sus pies mientras está parada en la suciedad y el barro, también el alma requiere un "zapato" para que la proteja durante su estancia en un mundo físico. El Malbim explica que cuando un hombre muere sin haber tenido hijos, deja su esencia agitada y amenazada dentro de su esposa, a causa de la disipación de su nombre y su memoria. Al rechazarse un matrimonio por levirato, al alma del marido difunto se le niega el "zapato" que necesita para reentrar a este mundo y cumplir con su destino.

Esto explica por qué Naomi le dio instrucciones a Rut de ir al granero en la noche, acostarse cerca de Boaz y descubrir sus pies (Rut 3:4). Aunque inicialmente su comportamiento puede parecer inapropiado, el significado del mensaje de Rut para Boaz era que el momento para la acción había llegado: ya sea "descubrir los pies" de su difunto marido, y frustrar el regreso de su alma, o proporcionarle un "zapato" a su alma casándose con Rut.

El rasgo de carácter predominante de Rut era la bondad. Esto la llevó a no considerar la posibilidad de casarse con un hombre más joven y adecuado. En su lugar, eligió casarse con Boaz, un hombre que la doblaba en edad. Esto es porque el enérgico deseo de Rut era proporcionar este vehículo para el alma de su marido fallecido.

Boaz reconoció, a través de observar sus actos de modestia y bondad, que las intenciones de Rut eran puras, y él siguió su plan. Rut concibió en la noche de su matrimonio, y cuando el bebé nació, los versos dicen que "un hijo nació para Naomi" (Rut 4:17) – así se confirma que el alma que Rut trajo a este mundo era en efecto la reencarnación de Majlón.

El nombre del niño fue Obed. Él llegó a ser el padre de Ishai, cuyo hijo David, compuso el libro de los Salmos y se convirtió en Rey de Israel. Es de David que todos los otros reyes de Israel descendieron y de quien descenderá finalmente el Mesías.

Rut alcanzó alturas espirituales extraordinarias: ella ligó su alma al Pueblo de Israel, mantuvo a su suegra, redimió el alma de su antiguo marido, y obtuvo el mérito de ser la progenitora de quien traerá la redención final para el mundo.

El ABC de Shavuot


Es irónico que Shavuot sea una festividad tan poco conocida. Porque en realidad, Shavuot conmemora el evento más importante en la historia judía – la entrega de la Torá en el Monte Sinai.

Shavuot es la culminación de la "cuenta del Omer" de siete semanas de largo, que comienza después de Pesaj. El mismo nombre "Shavuot" significa "semanas", en reconocimiento a las semanas de expectación que nos llevan a la experiencia en Sinai. (Dado que Shavuot ocurre 50 días después del primer día de Pesaj, es a veces conocida como "Pentecostés", una palabra griega que significa "la festividad de 50 días").

3.300 años atrás, después de haber dejado Egipto en la noche de Pesaj, los judíos viajaron hacia el Desierto del Sinai. Ahí, el Pueblo Judío completo – 3 millones de hombres, mujeres y niños – experimentaron directamente la revelación divina:

Dios les habló de en medio del fuego; ustedes estaban oyendo el sonido de palabras, pero no estaban viendo una forma, sólo un sonido. Él les dijo de su pacto, ordenándoles cumplir los Diez Mandamientos, y Él los grabó en dos tablas de piedra (Deuteronomio 4:12-13).

La entrega de la Torá fue un evento de inmensas proporciones que grabó indeleblemente al Pueblo Judío con un carácter, fe y destino únicos. Y en los 3.300 años desde que ocurrió este evento, los ideales de Torá – monoteísmo, justicia, responsabilidad – se han convertido en la base moral de la civilización occidental.

¿Cómo Celebrar Shavuot?

Quizás la razón para el relativo desconocimiento de Shavuot es porque esta festividad no tiene "símbolos" obvios del día – es decir, no hay Shofar, no hay Sucá, no hay Janukiá.

En Shavuot, no hay símbolos que nos distraigan del foco central de la vida judía: la Torá. ¿Entonces como conmemoramos Shavuot? Es una altamente expandida costumbre quedarse despierto toda la noche estudiando Torá. Y ya que la Torá es el camino a la auto-perfección, el estudio de la noche de Shavuot es llamado Tikún Leil Shavuot, que significa "un acto de auto-perfección en la noche de Shavuot".

En los servicios de la sinagoga en la mañana de Shavuot leemos el libro bíblico de Ruth. Ruth era una mujer no-judía cuyo amor por Dios y la Torá la llevaron a convertirse al judaísmo. La Torá indica que las almas de los eventuales conversos también estuvieron presentes en Sinai, como dice: "Yo estoy haciendo [el pacto] con aquellos que están aquí hoy, y también con aquellos que no están hoy aquí" (Deuteronomio 29:13).

Ruth tiene otra conexión más con Shavuot, y es que ella se convirtió en ancestro del Rey David, quien nació en Shavuot, y murió en Shavuot.

En Shavuot es costumbre decorar la sinagoga con ramas y flores. Esto es porque el Monte Sinai floreció el día en que se entregó la Torá. La Biblia también asocia a Shavuot con la cosecha de trigo y frutas, y marca el momento en que se traían los primeros frutos al Sagrado Templo, como una expresión de gracias (ver Éxodo 23:16, 34:22 y Números 28:26).
Es uno de los días más sagrados del año judío, y es también uno de los menos conocidos. ¿De qué se trata Shavuot realmente?


Alimentos Lácteos

Hay una costumbre judía universal de comer alimentos lácteos en Shavuot. Varias razones han sido dadas por los sabios, siendo algunas más convincentes que otras. Aquí ofrecemos una selección:

El libro bíblico Cantar de los Cantares (4:11) se refiere al dulce valor nutritivo de la Torá diciendo: "La dulzura de la Torá mana de tus labios, como miel y leche yace bajo tu lengua".
El versículo en Éxodo 23:19 yuxtapone la festividad de Shavuot con la prohibición de mezclar leche y carne. En Shavuot, por lo tanto comemos cenas separadas – una de leche y una de carne.
Con la recepción de la Torá en el Monte Sinai, los judíos inmediatamente se vieron obligados a cumplir las leyes de Shejitá – matanza de animales. Ya que no tuvieron tiempo de preparar carne casher, ellos comieron lácteos en su lugar.


Peregrinaje al Muro Occidental

En 1967 concluyó la Guerra de los Seis Días, sólo unos pocos días antes de Shavuot. Israel había recuperado el Muro Occidental, y por primera vez en 19 años los judíos tenían acceso al área que rodea al Monte del Templo, el sitio más sagrado del judaísmo. En Shavuot mismo, el Muro Occidental se abrió para los visitantes, y en ese memorable día más de 200,000 judíos viajaron a pie al Muro Occidental (en Jerusalem los autobuses no transitan en las festividades judías).

En años siguientes, este "peregrinaje peatonal" se ha vuelto una tradición recurrente. Temprano en la mañana de Shavuot – luego de una noche completa de estudio de Torá – las calles de Jerusalem están llenas de decenas de miles de judíos caminando hacia el Muro Occidental.

Esta tradición tiene un precedente bíblico. Shavuot es una de las tres festividades de peregrinaje del judaísmo, cuando todo el pueblo se reunía en Jerusalem para celebrar y estudiar.


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